Simplemente es un ejercicio perverso de doblar las apuestas con miras de tener el camino abierto para que antes de las elecciones generales, el PLD logre promocionarse como el posible cabeza de la mayoría parlamentaria que controle el Congreso Nacional.
Es decir y hablando en términos del juego de domino, es una “pará de dos cabezas” que tiene un solo propósito interno, impedir que probables precandidatos nacidos en el 1985 y de 40 años como el economista Juan Ariel Jiménez y posibles candidatos a cargos legislativos nacidos en el 1980, puedan recibir el apoyo de las atrapadas nuevas generaciones de políticos peledeístas e inclusive contra el mismo Francisco Javier García (65 años) a quien Danilo Medina (73 años) quisiera bloquear o demorar su avance como posible precandidato presidencial.
Atiéndase, porque de lo que se trata, es, que, si Danilo le tiene ojeriza a los candidatos jóvenes, mucho más encono y coraje latentes le tiene a Javier García, quien es peor de marrullero y tramposo que el mismo Danilo y que para la carrera electoral, tiene, tanto o mayor interés en evitar que los candidatos nacidos entre los años 1980-1985 le pudieran y hablando gráficamente, hacerle coca.
Entonces, Danilo se ha ido por lo que entiende su camino de menor riesgo o de riesgo calculado, mientras que Abinader, quien está por encima de todos los que componen el circo de los hasta ahora 27 precandidatos presidenciales del PRM, la mayoría un paquete de tránsfugas profesionales y arquetipos de la nueva corrupción oficial, entiende, que al ejercer el poder y en su momento, podría aplastarlos uno a uno y peor para ellos si osan desafiarle abiertamente.
Digamos que Danilo se está jugando el todo por el todo, al tiempo que también quiere empujar a un Leonel Fernández (71 años) quien en apariencias da la impresión de que luce imbatible como probable candidato final de la Fuerza del Pueblo y sabiendo, que los setentones tienen que caminar rápido sino quieren verse desplazados y por las razones materiales que fueren (vejez, enfermedad o asesinato).
Frente a esta realidad, nos permitimos sugerir a políticos jóvenes como el influenciador, Santiago Matías (43 años) y el senador Omar Fernández (33 años) y al nuevo líder social popular y fuera del sistema partidocrático, Ángelo Vásquez (28 años) y originario del barrio periférico capitaleño Cristo Rey, que elaboren sus estrategias pensando cuidadosamente, en su realidad, de que los tres y como muestra generacional nueva, son los dueños del futuro político generacional y por lo tanto, pueden darse el lujo de hasta dejar pasar las elecciones del 2028 a nivel presidencial y de esa forma quedarán indemnes de la terrible lucha de máscaras rotas entre Abinader, Leonel y Danilo.
Sí deberán cuidarse y sobre todo Matías, del peso muerto que le representa y como pesado lastre, cualquier tipo de apoyo “institucional” o “personal” que le dé el expresidente Hipólito Mejía (84 años) el arquetipo del político moralmente dañino y enormemente tramposo y sin palabras, que se gasta en lo periférico, el PRM. Pues cuando ese anciano caiga en cuenta que su prospecto presidencial privado, su hija, la alcaldesa de a dedo, Carolina Mejía (56 años) el único camino “cobijable” que tiene, es ser legisladora en el 2028 y ni siquiera tratar de repetir en el cargo, montará en furia y hará lo imposible por impedir que Matías, Omar y Ángelo puedan adelantar posibilidades presidenciales a partir de las elecciones del 2032.
¿Y esto por qué? Porque cuando los nacidos hoy tengan 25 años en el 2050, sus oponentes naturales entre los nacidos de 40 y 45 años tendrán 65 y 70 años, en tanto Hipólito y si estuviera vivo, tendría 109 años, Danilo, 98, Leonel 96 y Francisco Javier 90. Mientras Abinader andaría por los 82 años y Carolina estaría en los 81 años.
El futuro pues y a partir del 2050 quedará en manos de Matías, Omar, Ángelo y todos sus iguales de parecidas edades y también, todos los políticos que hoy tengan 40 o 45 años y teniendo que fajarse con la nueva generación de 25 años, seguramente más preparada y mejor adiestrada para aspirar en la política.
Todo lo anterior quiere decir, que a la juventud solo le queda darle tiempo al tiempo y desde las barreras, ver como los viejos se matan o descalifican entre sí. Por eso y esto es un consejo de un viejo analista político de Estado de 81 años y con un cerebro de 50 años, cuídense de no verse como enemigos, solo sí, contrincantes o rivales, pero nunca enemigos y lo repetimos, el futuro de aquí a 25 años solo es de ustedes y de la nueva juventud que aceleradamente les estará pisando los talones.
De ahí que rotundamente expresemos y el consejo es gratuito y sano, que, con eso del adelanto de sus lecciones internas antes de octubre de 2027, el presidente del PLD logra subvertir el orden interno y como la mejor forma de extender la lucha electoral y con el propósito de facilitarle a Abinader y al PRM la oportunidad de ganar de antemano las elecciones del 2028. Con Dios. (DAG) 27.04.2025
IMAGEN: El Veedor Digital
