Una de las peculiaridades más significativas que se apodera de la baja burguesía, es cuando se presenta la oportunidad de unos días de asueto y con los cuales, la clase pobre como la baja burguesía entienden que deben igualarse a su modelo de convivencia de riesgo que tienen en las inconductas de la clase media alta y la de los ricos.
Debido a ello, en casi todas las ciudades y principalmente en las playeras, se suscita una de competencias de desenfreno y amoralidad extremadamente significativas y tanto, que por momentos y lo que se percibe en las comarcas de centros hoteleros, donde el desenfreno llega a niveles de gran escándalo.
Por ejemplo, ¿cómo es posible, que la población urbana que radica en la zona Village de Punta Cana, compuesta esta por clase media a alta, la convivencia es sana y correcta y cada quien en sus residencias y sin armar escándalos o ruidos que afecten a los vecinos, mientras que en la misma Punta Cana, pero en Ciudad la Palma ("residencial enfocado en la familia") donde el material humano es una mayoría de pobres a clase media baja e imitando a ricos, donde cada fin de semana o día de fiesta se convierte en un jolgorio insoportable y el que en la mayoría de los casos, es protagonizado por empleados del grupo Punta Cana del aeropuerto o de sus zonas de oficinas y otros negocios colaterales y con un segmento de extranjeros y algunos sudacas?
La situación es tan lamentable, que evidencia con crudeza, la ausencia de educación de la mayoría de sus habitantes y entre estos, una parte significativa de extranjeros, quienes protagonizan bebentinas hasta más allá de las dos de la madrugada y afectando el sosiego de la comunidad y sin que nadie se atreva a protestar y por aquello, de que quien lo hace, inmediatamente los empleados de la oficina administrativa de Ciudad La Palma lo revelan a quienes provocan el escándalo generando entonces enconos y agravios entre las partes.
Parecería, que, ya que esa comunidad está formada por mas de mil viviendas y en expansión y con cerca de cinco mil habitantes, el poder político debería ir analizando la conveniencia de convertirla en un distrito municipal con autoridades propias y no lo que hay ahora, de empleados del grupo punta cana actuando como si tuvieran facultad legal de autoridades a cargo.
Ahora que viene el fin de semana largo de “semana santa” deberían tomarse las providencias de lugar para que tanto desenfreno y desorden amoral fuera controlado. (OJO)