Se sabía, que tanto el presidente de la Republica como la delegación oficial que le acompañaba a presidir la delegación dominicana en Fitur y en Madrid capital española, tendría una presentación aceptable y reconocedora del empuje del turismo criollo dentro de un amplio contexto global, pero nadie se imaginó dentro de periodistas y comunicadores que se trasladaron a la misma, que el éxito dominicano sería tan resaltante y exitoso.
La prueba más importante se tuvo el día de la inauguración y en una feria, en la que República Dominicana era el socio copatrocinador, cuando todo el mundo fue testigo de cómo los reyes españoles distinguieron a nuestra nación en la persona del presidente Abinader, reafirmándose de ese modo los lazos de amistad entre los dos países y particularmente entre la Corona y la nación dominicana.
Inmediatamente luego, fue la audiencia de cuarenta minutos, que previamente había sido preparada y la que de tan compenetrada conversación se extendió por hora y media y lo que, a su vez, reflejó la gran empatía entre el presidente Abinader y el monarca Felipe VI y Leticia, la reina consorte.
Lástima, que tan excelente encuentro no fue reseñado con la profesionalidad debida por la prensa española y la que, en líneas generales, siempre a discriminado a República Dominicana y en un alarde de envidia y enemistad mal disimulados. No obstante, el evidente boicot de esa prensa, la reunión entre los dos jefes de Estado no solo afianzó los lazos de buena amistad, sino que, para España, la misma fue un razonado apoyo dominicano y reconocimiento al mismo tiempo, de las amplias inversiones hoteleras españolas en nuestro país y el afianzamiento del comercio bilateral entre los dos países.
Sin embargo, falta mucho por hacer y en el sentido, de que los 100 mil dominicanos residentes en la nación ibérica y muchos de ellos también nacionalizados españoles, todavía y del lado del gobierno de aquel país, no se observa la adecuada reciprocidad hacia una nación, que como la dominicana, en momentos que España empezaba a salir de los efectos de su guerra civil y devastada, requería cuanta ayuda extranjera le fuera menester, episodio en el que fue República Dominicana de las primeras naciones que salió en su auxilio y no solo con aportes económicos en naturaleza.
Sino permitiendo el ingreso de más de 2,000 españoles, la mayoría de ellos adversarios del régimen franquista y quienes aquí fueron acogidos con toda la generosidad del mundo y lo que en honor de ellos cabe reconocer, que su parte intelectual fue un indudable empuje al renacimiento de las artes y las letras y al afianzamiento del nacimiento de una laboriosa clase media dentro de esa primera generación de exiliados económicos y políticos españoles, de la que ahora, todos nos sentimos orgullosos.
Es decir, la reunión Abinader-Felipe VI, de hecho, ha fortalecido las relaciones entre los dos pueblos y países y lo más edificante, con la existencia de ese ámbito de no menos de medio millón de dominicanos de origen español hijos de aquella fructífera inmigración de los años cuarenta del pasado siglo.
Por eso, al rememorar la pujanza de aquella inmigración hija también de la solidaridad dominicana hacia nuestra antigua metrópoli y conocer que el rey español y al viajar hora después a Puerto Rico, finalizada su reunión con nuestro presidente, habría que comparar la actitud inhospitalaria de una parte del pueblo boricua, que no obstante la buena bienvenida oficial de su gobierno insular, se comportó desconsideradamente contra el monarca y llevando al insulto casi personal y al momento que un grupo de activistas, destruyó la estatua del soldado ibérico con rango de capitán general, Ponce León y al que de acuerdo a la historia, se le entiende el primer gobernante de la isla vecina.
Al mencionar el penoso incidente, muchos nos preguntamos cuales son las razones del por qué el gobierno español que encabeza el político Pedro Sánchez, todavía no se aboca a disponer, que los ciudadanos dominicanos no necesitemos visado español para trasladarnos a la nación española y el que solo si se toma en cuenta las inversiones de aquel país ibérico en la economía dominicana y la pujanza de nuestra economía emergente con un crecimiento superior al de España, que tal disposición burocrática debería de ser obviada. Sobre el particular, es una pena que nuestro embajador en España, el periodista Juan Bolívar Díaz, todavía no se haya dispuesto a realizar las diligencias sobre este tema y el que es de gran interés para nuestra ciudadanía.
Retomando el interés inicial, consideramos también que los medios de comunicación y de información de masas dominicanas, deberían profundizar en el aspecto fundamentalmente positivo que se encierra en la reunión entre Abinader y Felipe, al tiempo de alentar al gobierno, a la búsqueda de una profundización de los lazos y no solo de amistad entre nuestras naciones y pueblos, sino de auténtica solidaridad entre los medios de comunicación y de información de masas españoles y dominicanos y mucho más, cuando una parte de estos, son producto de inversiones de inmigrantes españoles, ahora dominicanos de origen español y lo que de suyo, es el testimonio más elocuente de la generosidad y amistad dominicanas.
También la embajada dominicana en España debería tener un censo al día de los estudiantes dominicanos en universidades españolas y ofrecer el cuido y cobertura de lugar, siendo todos ellos, el fundamento de una parte del renacimiento a futuro de una futura clase profesional e intelectual y altamente técnica de dominicanos estudiando allí y en otros países y lo que incluso debería de ser una política continua y abierta de la cancillería dominicana y dentro de parámetros más vibrantes que los ya existentes, en aquel país como en cualquier otro.
Y es, que, en definitiva, los dominicanos debemos disponernos a descubrir a España, pero en la medida que España se identifique con nosotros y no solo porque a nivel de contacto humano, todo se reduzca a turistas buscando este país tal como si el mismo fuera un mercado sexual o zona franca de sexo y como España tiene en Marbella o Ibiza y para solo citar dos de sus lugares turísticos más representativos del sexo abierto.
Aparte, de que la feria de Fitur 2022 ha ayudado a descubrirnos unos y otros y mucho más, con lo significativo, de que, de cuarenta minutos a hora y media, así fue de fructífera y extensa la reunión del presidente Abinader y el rey de España en el marco de Fitur 2022. (DAG)