Desconocemos si en el llamado consejo de seguridad nacional (CNS) gubernamental se tienen archivos con abundantes antecedentes de lo que puede ser esta nueva guerra y su afectación directa para Republica Dominicana, desde que el presidente Luis Abinader emitió una declaración oficial de apoyo a Israel, colocándolo a lo inmediato como un objetivo bélico geoestratégico.
Y como lo desconocemos, asumimos que los burócratas que componen ese dichoso CSN no deben tener la menor idea respecto a la existencia de y de acuerdo con nuestras fuentes, de 18 madrazas (escuelas religiosas islámicas) y 5 mezquitas que hay en el territorio nacional y para un conjunto de entre 5 y 10 mil feligreses.
Tampoco creemos que el gobierno tenga una actualización de la parte de la población de origen árabe que hay en el territorio nacional y mucho menos, cuantos de ellos han viajado en los últimos tres meses por la nueva zona de conflicto o que se lleve un registro detallado de sus pasos y actividades.
Paralelamente, somos del criterio, que, en lo referente a Haití, pero como base de apoyo islámico en el Caribe, las autoridades dominicanas -civiles y militares- desconocen la cantidad de feligreses islámicos y militantes de la causa palestina que actúan como células dormidas de Hamás y quienes eventualmente, en una sorpresiva lucha territorial por el abastecimiento de fuentes de aguas entre los dos países limítrofes, pudieran estar listos para actuar clandestinamente en el territorio nacional.
Es decir, no creemos que el gobierno nacional estuviese preparado para enfrentar una situación terrorista sorpresiva islámica y con el pretexto del inicio de la ocupación militar “humanitaria” que la ONU proyecta en Haití y teniendo de mascarón de proa a la República de Kenia.
Tómese en cuenta que aquí la mayoría de la clase gobernante está penetrada por esa burguesía haitiana de origen árabe y turco y con amplias raíces en el gobierno plutocrático de Abinader y en la que hay “mecanismos de instrumentación” islamistas, entiéndase, ciudadanos haitianos de clase media y pro-Islam; entendemos que hay que hacer mención de tal eventualidad y por lo menos, para que los miembros del CNS hagan un bosquejo de seguridad alternativo que contribuya a que el gobierno nacional no resulte sorprendido por la variable de la guerra que se ha desatado en el Medio Oriente.
Para ser sinceros, seguro que el Estado Dominicano tampoco tiene un listado de los periodistas y dueños de medios electrónicos que tienen familias de origen árabe u otomano y los que en un momento de conflicto religioso extremo y al mismo tiempo de nacionalismo extremo haitiano y anti dominicano, pudieran actuar como agentes encubiertos en el área de la contrapropaganda contra nuestra nación y lo que suponemos que pudiera ocurrir, si la guerra entre sionistas e islámicos pasara a esta parte del mundo y para justificar sus acciones desestabilizadoras, recordaran que Abinader fue de los primeros presidentes en el mundo que dio declaraciones favoreciendo a Israel y condenando a Hamás, cuando lo correcto debió de haber sido, presentar una declaración neutra de intención hasta por lo menos ver el desarrollo de los acontecimientos y que es el paso a suponer cuando los intereses de la República pudieran estar en juego.
Antes del conflicto nuevo iniciado este pasado sábado, habíamos alertado a la clase gobernante, de que la guerra Rusia-Ucrania nos provocará efectos indeseados y peores a los 700 mil turistas rusos y ucranianos que solían venir de vacaciones y ahora con la nueva guerra en el Medio Oriente, estamos casi seguros de que las ondas de estos conflictos se verán representados en el diario vivir dominicano y de una u otra manera.
Alertamos pues y respecto a lo necesario de que los burócratas del CNS estén ojo avizor y tengan los últimos datos y números sobre las células durmientes islámicas en la isla entera y prestándole la mayor atención, a madrazas, mezquitas y hermanos musulmanes de Hamas en el territorio nacional.
Estamos seguros, de que esto que advertimos, seguirá el mismo camino de displicente desinterés de nuestras autoridades de seguridad y aun así, entendemos que nuestra obligación como medio de comunicación absolutamente independiente, no es guardarnos los análisis políticos de Estado y sí presentarlos como otra razón de patria y para que en un momento dado los dominicanos no seamos sorprendidos.
Por lo pronto, desde Haití ya empiezan a darse ciertas escaramuzas, como esa del domingo, de pretender colocar una pared de bloques de cemento al lado haitiano de la puerta que comunica a las dos Repúblicas y la que rápidamente fue desactiva por la parte de militares haitianos destacados allí.
De igual manera y sabiéndose de la inclinación de muchos de nuestros militares dominicanos destacados allí y por el dinero fácil que conlleva, que lo primero que harían los subversivos de que hablamos, sería tocar y probar ese punto débil. Lo que obliga a que recordemos, que el alto mando militar debe cambiar todas las unidades y por personal nuevo y mantener una rotación de este de cada seis meses, justo lo mismo que se hacía en la dictadura con el personal militar y todo el civil de la administración pública en provincias, que era trasladado de continuo por todo el territorio nacional y para que nadie echara raíces.
Desde luego gobierno no somos y menos parte del actual y como la mayoría de este es una suerte extraña de equipos de intolerantes, que como medio de comunicación y de información independiente, consideremos y como dominicanos, que dado el ambiente bélico que se vive, que por lo menos haya alguien que diga lo que otros piensan e impulse a que se efectúen medidas continuas de alta seguridad para la salvaguarda de nuestra nación.
Se está en tiempos difíciles y de no poder soslayarlos, obligándonos entonces a decir, que de hecho y por lo de la guerra entre sionistas e islámicos y teniendo de escenario, Israel y Palestina, la humanidad se enfrenta al verdadero inicio de la Tercera Guerra Mundial y en la que este país será objetivo bélico. Por ahora es cuánto. (DAG) 10.10.2023
IMAGEN: Mezquita en San José de los Llanos,San Pedro de Macoris; en la Zona Este del país hay otras pequeñas mezquitas de oración y una principal en Santo Domingo ubicada en la zona de Gazcue, hace casi 20 años: La Mezquita Al-Noor. Punto aclaratorio: Alá no es más que la traducción de Dios en árabe, “pero es el mismo Dios.En español se dice Dios, en árabe se dice Alá, Alá en árabe exacto significa Dios, no es un Dios, es Dios”.
