Nunca se es generoso y sano, si la misma persona no lo es para sí y en función de esta premisa, es lógico entonces imputarle al gobierno de facto que preside Luis Abinader, las peores de las descalificaciones y sin que se pueda salvar ninguna de sus políticas y con mayor énfasis en la de infraestructura.
Todavía más, si se trata de ser objetivo, se tiene que admitir que el terrible “efecto PRD” de los años 1978-1982 y desde el 2020 hasta el presente se ha apoderado del Estado y porque una administración pública plagada de incapaces, incompetentes, ladrones y corruptos ha tomado el control de un gobierno, que ha resultado en una tremenda estafa moral en contra de toda la nación y sus mejores ciudadanos de buena voluntad.
Ahora con el PRM, que es la versión “moderna” del PRD de antaño, se descubre, que lo peor del pandillerismo político y social y sin que por lo visto y hasta el momento no hubiese podido hacerse nada valedero para impedirlo, una plaga de delincuentes activistas políticos ha tomado por asalto las instituciones y en menos de cuatro años, poniéndolo todo al revés.
Lo nuevo ha sido, que el régimen ha sido bautizado como el primero plutócrata en la vida nacional, vale decir, el primero para la alta burguesía y lo más significativo, asociado a lo peor de la burguesía haitiana que tiene postrado al país vecino.
Conociendo semejante circunstancia, es inútil suponer que el gobierno del PRM sea la excepción y sí la regla y para una burguesía, en particular la santiaguera, ávida de apoderarse de la riqueza nacional, estafar al Estado, saquear los recursos públicos e imponer un programa de obras públicas, que solo en las construcciones para el transporte por metro, monorriel, teleféricos, carreteras, han sido convertidos en la más terrible malversación continua de fondos de los contribuyentes de que se tengan noticias.
Al mismo tiempo, es más que público, que el gobierno y para tapar los errores y actos delincuenciales de los suyos, no solo que logró prostituir a un amplio número de periodistas, comunicadores, medios e influenciadores y la plebe de voceadores en las infames redes sociales, quienes a base de contratos millonarios han podido encauzarse como parte de ese poderoso sistema de propaganda oficial que tiene de presupuesto entre 7 y 10 mil millones de pesos por año y cuyo único propósito es manipular y desinformar a la atrapada opinión pública.
Concomitantemente, el gobierno del PRM que dirige Abinader y sabiéndose en falta, se apertrecha draconianamente con leyes como la 1-24, lista para imponer el poder policiaco más represivo, sino que cree auto protegerse con el más infame tinglado de corrupción y despotismo desde la procuraduría general de la República y todo el aparato represivo del ministerio público solo al servicio de apresar e imputar los cargos que fueren a todo aquel individuo, sector -político y social- que el régimen entienda como su enemigo.
De hecho, los dominicanos estamos viviendo una especie de dictadura bizarra oculta como un ejercicio nefasto de democracia autoritaria, que por lo que se está viendo, más temprano que tarde provocará un estallido social de consecuencias más que imprevisibles.
Ya no se oculta que la economía se encuentra a unos niveles macros que solo ofrece beneficios a los grupos económicos y financieros, la alta burguesía y los delincuenciales grupos de arribistas que tienen el control y desde la llamada “sociedad civil”, entiéndase, Participación Ciudadana, de los más de cien mil millones de pesos de contratos públicos de obras y de servicios y que otorgados a los privilegiados del régimen, hace palidecer a los ricos tradicionales de los últimos 63 años y quienes ahora recelan del ramal de nueva clase media delincuente que Abinader y a jacha y machete está creando.
Descubriéndose también y de alarmante contrapartida, que la clase media baja y los ciudadanos de a pie se empobrecen alarmantemente, se le imponen impuestos draconianos y para hacerles contrapeso a sus penurias, el régimen del PRM crea las condiciones para que los peores niveles de prostitución de vidas y costumbre les sea impuesta, a una ciudadanía, que azotada por la miseria y el empobrecimiento progresivo debido a un peso que ha perdido el 25 por ciento de su valor, es obligada a refugiarse en la delincuencia, la droga y la prostitución sexual más significativa y teniendo de telón de fondo que nadie llega a cubrir sus cuentas a fin de mes.
Es de esa manera que la nación ya está empezando a vivir y peor, acostumbrarse a aceptar la terrible decadencia moral que se le impone a rajatablas desde el poder y al extremo, de que como Abinader tiene el control absoluto de todos los poderes públicos, ha logrado y casi silenciosamente, que los demás poderes del Estado le sean absolutamente sumisos y como son los casos del Poder Legislativo, en el que senadores y diputados amorales son dirigidos y manejados por aquellos otros que provienen del narcotráfico y quienes refugiados en ese poder del Estado, asumen que pueden evitar que se les deporte a EEUU donde sus autoridades de narcóticos les reclaman por sus más de 300 toneladas de drogas ilícitas que han logrado penetrar allí, el país con la mayor cantidad de drogadictos en todo el planeta y desde que Washington entendió, que pervirtiendo a su población le es más fácil a su clase dirigente dominar aquel país, ahora en declive como potencia unipolar a la baja.
Así mismo toda esta clase política de delincuentes, etiquetados como partidocracia, han penetrado en el Poder Judicial y al grado, de que allí realmente no existe todo cuanto debería de ser un clima de jueces probos y capaces o de fiscales dignos de respeto y consideración y sí un muy amplio entramado delincuencial de toga y birrete y como nunca se había podido conocer.
Pero toda esta debacle moral, solo pudo presentarse por la asociación delincuencial ilícita de todos los políticos y partidos de todas las tendencias, ideologías y banderías y gracias al grupo de pandilleros expresidentes de la República -cada uno peor que el otro- y quienes “haciéndole ojos bonitos” a Abinader, a este ya lo tienen como la especie de “socio más distinguido y cooperador”.
¿Cómo se resuelve tan grave situación de crisis de Estado?, que la mucha gente seria y de conducta decente y honrada de toda la geografía nacional, haga como Cristo y saque a los ladrones del templo e incentivando la entrada de un político o líder social o militar, o civil y joven y vengador de no más 35 años y para que en un próximo periodo de treinta años, logre higienizar a la República y la salve del aniquilamiento absoluto que ya le espera.
Entonces y por esta realidad que acogota, es que hay que ser valiente y plantear un despertar de conciencias que procure salvar las instituciones y ante lo cierto, de que, definitivamente y con el gobierno del PRM se está viviendo un grave periodo de decadencia moral y en el que ya ha quedado al descubierto la misma incapacidad e incompetencia presidencial desde su cuerpo de asesores y ayudantes. Con Dios. (DAG) 05.11.2024
