Da vergüenza, que, con motivo de la pasada conmemoración de las madres, los 222 legisladores que lo componen se apropiaron de 222 millones de pesos y con el pretexto de ofrecer ayudas sociales de todo tipo a sus correligionarios políticos y lo que se convirtió en una orgía tras bastidores, de componendas de aposentos entre estos y los comerciantes a los que les adquirían artículos y del hogar, sobre todo.
Este pillaje no puede ni debe continuar, pues todos los años y según las conmemoraciones, Día del Padre, Navidad, etc., los legisladores se apropian de más de mil millones de pesos fuera de presupuesto asignado y de paso, fomentan un detestable ambiente de corrupción a gran escala con la repartidera de bonos que realizan y hablamos de todos los legisladores y de todos los partidos que representan y los que también adquieren su “colita” en materia de prebendas y canonjías.
Precisamente por esas inconductas, es que cada cierto tiempo senadores y diputados amagan con algún proyecto de ley que frene la libre expresión y castigue las imputaciones que desde la atrapada opinión pública se les hagan por sus abusivos comportamientos.
También es hora de que los medios de comunicación de masas y tanto análogos, electrónicos o en internet, debemos constituirnos en un valladar que impida tanto latrocinio desde el poder y se le denuncie con dureza y al puro estilo de los tabloides ingleses donde los políticos saben e igual los ladrones de la cosa pública, que no dejan títere con cabeza.
¿Y porqué hay que referirse a la totalidad de los 222 legisladores?, porque y que se conozca, ninguno ha hecho lo correcto para impedir o denunciar este tipo de asalto de la cosa pública y constituyéndose en cómplices de cohecho, prevaricación y robo de los dineros públicos. De ahí que haya que sacarlos a todos de sus curules para las elecciones del 2024. (OJO)