El Fondo Monetario Internacional (FMI) hizo un llamamiento el viernes a todos los países para no dar por terminada la guerra contra el Covid-19 de forma prematura y abogó por gastar lo que haga falta para no perjudicar la recuperación económica. “El mundo debe gastar los miles de millones que sean necesarios para contener el Covid con el objetivo de obtener billones como resultado” a través del crecimiento económico, defendió la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, durante su intervención en el Foro de Davos virtual, ya que el foro tradicional se ha aplazado hasta mayo por motivos sanitarios.
En esta mesa redonda, en la que también participó la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, Georgieva incidió en que la gestión de la pandemia seguirá siendo la principal política económica del 2022.
Además, advirtió de que si no se garantiza un mayor nivel de protección frente al coronavirus en todo el planeta –en alusión a los bajos porcentajes de vacunación en los países pobres– continuará “habiendo disrupciones y el futuro no será tan brillante” como podría ser.
La directora del FMI citó el caso de China y su estrategia de tolerancia cero contra el virus, que incluye restricciones a la movilidad y confinamientos para atajar los rebrotes, y que se está traduciendo en una severa desaceleración que demuestra que la variante ómicron es “difícil de contener” sin que tenga un “impacto económico dramático”.
“Quizá fue un poco prematuro que China retirara sus políticas de estímulo, las debería haber mantenido durante algo más de tiempo”, señaló.
No obstante, recalcó que ahora mismo “las condiciones de cada país son muy diferentes, por lo que no pueden tener la misma política en todos los sitios”, en contraste con la situación de 2020, cuando en el arranque de la pandemia se adoptaron medidas similares por todo el mundo.
En su discurso, Georgieva puso como ejemplo lo que ocurre en materia de inflación en dos “gigantes” como Estados Unidos y Japón, ya que mientras que en el primero la subida de precios subyacente ronda el 5,5%, el segundo cerró con una tasa de prácticamente el 0%.
En este contexto, la Reserva Federal de Estados Unidos avanzó una posible subida de los tipos de interés para controlar la elevada inflación, una retirada de los paquetes de estímulo que en opinión del FMI también tiene implicaciones en otros países con deuda en dólares, lo que puede enfriar su recuperación económica.
Por su parte, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, pidió ser “pacientes” a la hora de pedir subir los tipos en la eurozona porque todavía no se dan las condiciones para ello.
Los datos de demanda y empleo de la eurozona no van “a la misma velocidad” que en Estados Unidos y “no parece que vayamos a experimentar la misma inflación” que en ese país, subrayó, aunque aseguró que “una vez que los criterios (para subir los tipos) se satisfagan, actuaremos”.
De hecho, la presidenta del BCE prevé una moderación de la inflación en la eurozona una vez que los costes energéticos se estabilicen en 2022. [CincoDias]