El impuesto mínimo global, primer objetivo cumplido del G20 de Roma

0
278
Avatar

La primera jornada de la cumbre de líderes del G20 en Roma logró hoy un primer objetivo cumplido.

La adopción, tras largas negociaciones, de un impuesto mínimo global a las multinacionales para equilibrar el sistema tributario internacional.

«Tras cuatro años de un intenso debate se ha alcanzado un acuerdo histórico sobre una solución» .

«Basada en dos pilares para afrontar los retos fiscales emergidos con la digitalización y la globalización de la economía».

Aseguraron fuentes de la presidencia italiana de turno del foro de las veinte potencias.

Los jefes de Estado o Gobierno del G20 acordaron un impuesto mínimo global a sociedades de al menos el 15 %.

Esto para lograr un sistema tributario más justo y evitar que se aprovechen de regímenes fiscales complacientes y no paguen impuestos donde operan.

Uno de los más entusiastas fue el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien celebró el acuerdo.  Aseguró que así la comunidad internacional «ayudará a las personas haciendo que las empresas contribuyan pagando su cuota» de impuestos.

 

UN IMPUESTO MÍNIMO PARA EL MUNDO

El mecanismo, que se adoptará para 2030, sigue el camino ya trazado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de un sistema sustentado en dos pilares.

El primero fija que el volumen del beneficio residual de las empresas, es decir, el restante después de que el país donde esté la sede se haya quedado con el impuesto correspondiente al 10 % de la rentabilidad, se repartirá entre los países donde operan.

El segundo establece un tipo mínimo de sociedades del 15 % para las que tengan una facturación de al menos 750 millones de euros.

La OCDE ya informó de que 136 países y jurisdicciones, que abarcan más del 90 % del PIB mundial sobre los 140 que participan en las negociaciones.

Acordaron que para el primer pilar la cifra sea del 25 % de ese beneficio residual, después de que hasta ahora se estuviera discutiendo entre un rango entre el 20 y el 30 %.

Esto se refiere a grandes empresas con una facturación mundial superior a 20.000 millones de euros.

Una rentabilidad superior al 10 %, y el reparto de beneficios se haría entre los países donde cada compañía tiene ingresos superiores a un millón de euros (250.000 euros en pequeños estados).

El objetivo, agregaron las fuentes, es garantizar unas normas fiscales justas, modernas y eficaces, claves para fomentar las inversiones y el crecimiento.

Fuente: El Caribe