En el fusilamiento de Sánchez, el padre de la patria de la República en armas, se dieron dos circunstancias que no se mencionan, la geopolítica y la racial y lo que ayer recordamos en Twitter

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Doscientos dos años atrás se cumplió un nuevo aniversario del nacimiento del patricio Francisco del Rosario Sánchez, quien desde los años 1800 es reconocido oficialmente como uno de los tres padres de la patria. Sin embargo, se ocultan adrede, dos circunstancias, que, de analizarse, darían un rápido bosquejo del por qué de su fusilamiento al cruzar la frontera y de parte del gobierno colonial del presidente Pedro Santana y Familia Y la más importante, que, para él, el acontecimiento que protagonizaba estaba dirigido a lograr la separación de Haití.

Su expresión así lo dice: “Digan a todo el mundo que yo soy la Bandera Dominicana. Separación, Dios, patria, Libertad, República Dominicana”

Como gobierno, Santana y Familias no podía aceptar que el patricio asesinado pudiera lograr éxito militar al incursionar como guerrillero y apoyado por el gobierno de Haití y por lo cual, la a ese momento potencia colonial española no podía tampoco aceptar el éxito de algún tipo de brote guerrillero. En consecuencia, Santana y Familias fue el ejecutor de aquella decisión de ultramar.

Pero, al ser Sánchez un noven negro de origen humilde y no proveniente del circulo restringido de los criollos de origen español y para colmos, semi analfabeto y jornalero hecha días en su adolescencia y quien más tarde y por su propio esfuerzo de superación logró titularse de escribano, es decir, notario público, pudo descollar en aquel país de horizontes estrechos, pero no tanto para ser tratado de igual con los criollos miembros de la clase gobernante de la época.

Sánchez nace en el 1817 y muere fusilado en el 1861 en San Juan de la Maguana y después de haber pasado por un expedito proceso legal (justamente el año en que nació Trujillo, otro hijo de pueblo que no era aceptado socialmente y quien es asesinado en el 1961 y como padre de la patria nueva) Santana y Familias era un hombre blanco de pelo negro y terrateniente -hatero se le reconocía- y con el fusilamiento del patricio, quien sin haber sido miembro fundador de la sociedad secreta La Trinitaria (base original de la consolidación de la independencia originada el 01 de diciembre de 1821 y de España) y redactor del manifiesto separatista, fue Sánchez sin embargo, la mano firme que izó por primera vez la Bandera Nacional y tan pronto el otro padre de la patria, Matías Ramón Mella (blanco de origen español) dio el trabucazo en la Puerta de la Misericordia – menos de 500  metros al este de la Puerta del Conde- y con lo cual, el grupo de jóvenes conjurados restablecieron la independencia del país y con el nuevo nombre de República Dominicana. (22 años atrás, la independencia había sido suspendida por la unión a la fuerza con Haití).

Sánchez muere a los 44 años y el gobierno de la semi colonia anexada a la fuerza por España y por motivaciones geopolíticas de Santana y Familias, tenía 17 años y de lo que luego los historiadores de la época denominaron “primera República”.

El holocausto perpetrado en Sánchez y en situación interna, tuvo que ver con el fuerte racismo existente, que no aceptaba que un negro pudiera estar a nivel de blancos originarios como el padre de la patria y fundador de la República, Juan Pablo Duarte y Diez y el mismo Mella que era un criollo de estirpe española.

Pero al mismo tiempo y como a Sánchez le apoyaban al cruzar la frontera y aparte de otros dominicanos, militares haitianos pró dominicanos y enviados por el gobierno del país transfronterizo, era allí presidente el general y estadista, Guillaume Fabre Nicolas Geffrard, (solo en la Era de Trujillo se le reconoció tan honorable gesto) a Santana se le presentaba un novedoso problema geopolítico que tenía que resolver a lo inmediato y que luego con la Restauración de la República en el 1863-1865 con la guerra ganada a España -ya Santana había muerto en el 1864—se dio por finiquitado.

Aun así, el calvario de Sánchez no terminaba y en el país, historiadores y allegados  física y emocionalmente a Santana y Familias, como Bernardo Pichardo y José Gabriel García e impulsados por los resentimientos de criollos hijos de españoles, que hacían lo imposible para que el gobierno de entonces no proclamara a Sánchez como padre de la patria pura y simple y en lo que se impuso la voluntad de hierro del general Ulises Hereaux (negro de raza) entonces presidente de la República,  quien le entendió merecedor del título, no solo a Sánchez y también a Duarte y Mella. Reconocimiento que ya lleva 129 años.

También debe recordarse que el 11 de abril de 1894, el Congreso Nacional dictó la Resolución número 3392, por la cual, se construiría en la Plaza de la Independencia un monumento alegórico a los tres padres fundadores y todavía en el 1969 en los periódicos de entonces, se suscitó una polémica mayor entre bandos de historiadores y políticos y todos, motivando sus razones para aceptar a los tres padres de la patria y otros queriendo a personajes diferentes. Al final, el reconocimiento lleva 129 años y la nación lo ha aceptado de pleno.

En cierto modo, habría que hablar, que Sánchez  fue el precursor de las puertas que se le abrieron a los ciudadanos dominicanos negros y lo que más tarde, a partir del 1930, Trujillo logró imponer, aunque antes y entre los años comprendidos entre1861 y 1930 (69) ya muchos ciudadanos negros no pertenecientes a lo que socialmente se denominaba “primeras familias”, habían logrado por méritos propios que una parte amplia de la población les aceptara.

Desde aquel tiempo y hasta ahora, el racismo se ha atenuado, pero no desaparecido y son no pocas las manifestaciones de anti-negritud que todavía se expresan y en particular desde los atrasados medios de comunicación y de información de masas criollos y sectores ultranacionalistas, quienes con su discurso de odio antiinmigrantes haitianos y hablando con franqueza, lo han perturbado todo.

Pese a ello, al final hay una realidad. De cien dominicanos, 60 son mulatos, 20 mestizos, 15 negros y 5 blancos y gracias al impulso de las nuevas generaciones, un segmento social de puro pueblo de mulatos y negros, parecería que fuera de la clase gobernante y la alta burguesía, los dominicanos en líneas generales, nos sentimos muy bien con nuestra variable de razas y sus continuas mezclas o cruces entre sí.

De ahí que digamos, que, en el fusilamiento de Sánchez, el padre de la patria de la República en armas, se dieron dos circunstancias que no se mencionan, la geopolítica y la racial y lo que ayer recordamos en Twitter. Con Dios. (DAG)