Entrevista con Omar Ramírez

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Entrevista con Omar Ramírez

“Aprender Haciendo procura que se pongan en práctica los instrumentos de acción climática que tenemos”

Recientemente se realizó en el país el lanzamiento del proyecto Learning by Doing (LbD) (Aprender Haciendo), el cual se enmarca en las acciones globales y regionales de adaptación y resiliencia a los impactos del cambio climático, y contribuir a mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero.

Omar Ramírez Tejada es el gerente en República Dominicana de Energeia Network, la institución responsable de su implementación en el país y conversó ampliamente sobre la iniciativa

1. ¿Nos podría explicar qué es Learning by Doing?

El interés nacional en combatir el cambio climático presenta una excelente oportunidad para que el país consolide el proceso de su transición hacia una economía baja en carbono y más resiliente, apoyada por un modelo de desarrollo sostenible, incluyente y equilibrado. El proyecto Learning by Doing (LbD) es una iniciativa internacional que apoya la agenda climática nacional y sus estrategias de implementación.

Por esta razón, se basa en un reconocimiento al liderazgo gubernamental, a las transformaciones que impulsa la sociedad civil y a la gran capacidad y experiencia de nuestro empresariado, llevado a cabo con compromisos por la acción climática.

En ese sentido, LbD nace con el espíritu de poner en práctica las ideas planteadas en los instrumentos de acción climática de los que ya disponemos y apoyar a las instituciones del gobierno dominicano, el sector privado y la academia para crear otros que sean necesarios.2

2.¿Qué productos aportará este proyecto?

El primer aspecto del proyecto es desarrollar visiones socioeconómicas, culturales y ecológicas de las sociedades de los países y sectores específicos, cuyas emisiones netas se acercan a cero; mientras se vuelven cada vez más capaces de adaptarse a 2 °C – 1.5 °C aumenta la temperatura.

Esto busca facilitar la posible transformación y preservación periódica, y las políticas, prácticas, tecnologías y habilidades necesarias para realizarlas. Fundamentalmente, todo el enfoque se utiliza como un ejercicio de aprendizaje, es decir, aprender haciendo. También se contemplan productos adicionales en las carteras de proyectos y políticas, nacionales y multilaterales, necesarios para habilitarlos.

3.¿De qué informaciones partirán para esos escenarios?

Nos basaremos en trabajos anteriores de Energeia y otros sobre sociedades bajas en carbono, así como también el levantamiento de un estudio de línea base en cada país donde se implementa el proyecto.

El origen más lejano de esto involucró un proyecto entre el Reino Unido y Japón entre 2007 y 2011. Este proyecto se centró en visualizar sociedades bajas en carbono con recortes profundos (80 %-90 %) de emisiones en términos absolutos, utilizando visiones diferenciadas como altamente tecnológicas o en cambios más arraigados en la naturaleza y más alineados con las costumbres tradicionales, instituciones asociadas, prácticas e infraestructura.

Más recientemente, Energeia asesoró a la actual presidencia de la Conferencia de las Partes (COP) sobre una trayectoria neta – cero, y a la Troika del G20 del año pasado. Al hacer esto, avanzó aún más las visiones de descarbonización reemplazando fuentes y utilizando economías circulares, teniendo en cuenta una lógica análoga a la descrita con respecto al hidrógeno y el carbono en los hidrocarburos.

Por el lado de la adaptación, integró un enfoque que se basa en sinergias y trata de adaptarse no solo a los impactos climáticos, sino también a cómo se adaptan las sociedades y las industrias.

4.¿Cómo llegarán a esos productos?

Utilizaremos diversas oportunidades de aprendizaje, gestión del conocimiento y difusión como una forma de transmitir a la sociedad en general una mejor comprensión de lo que es factible, cómo se puede lograr en su conjunto, dónde se encuentran los desafíos y cómo sería la vida, incluso en sectores que la gente normalmente diría que son difíciles de descarbonizar.

LbD está construido con una metodología iterativa que involucra a varios tipos de partes interesadas en talleres para pensar estratégicamente durante un intervalo de tiempo y busca producir anualmente todos los resultados del proyecto a la vez, en lugar de secuencia. Esto permite que los participantes vean qué tan bien, o no, encajan los resultados propuestos.

A fin de sistematizar nuevos conocimientos y habilidades a medida que aparecen, mediante encuestas y entrevistas, creación de mapas mentales en borrador, portafolios del proceso y posibles soluciones, se recopilan y comparan anualmente los hallazgos para construir historias y diseñar gráficos que ilustren esas visiones para su difusión.

Refirió que se trata de un proyecto internacional. ¿Qué entidad aporta los fondos para su ejecución y dónde más se está llevando a cabo?

Es un proyecto internacional y multidisciplinario que involucra a equipos de Sudáfrica, Líbano, Reino Unido, México y República Dominicana, con un componente regional que cubre a América Latina y el Caribe.

Es implementado por Energeia (Reino Unido / México) y Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES) (Perú), con la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) (México), el Consorcio LbD (República Dominicana), IndyAct (Líbano) y la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL) (Región de América Latina y el Caribe) como socios. Es financiado por la Iniciativa Internacional del Clima (IKI) de la República Federal de Alemania.

5. ¿Quisiera agregar algo más que considere relevante para esta entrevista?

Hay una dimensión final que conviene mencionar al considerar los componentes LbD: la necesidad de abordar lo que es una buena vida o lo que otros autores denominan el bienestar con dignidad en el contexto de estas visiones, políticas y proyectos.

Por ejemplo, Energeia realizó una serie de modelos y trayectorias de cero – neto para varios países de América Latina.

Al considerar la sustitución de las centrales eléctricas de carbón era fácil imaginar una situación en la que se pagarán créditos de capacidad a las centrales eléctricas desplazadas que ya no pueden despachar.

Los propietarios de las plantas salen relativamente ilesos de estas transiciones, pero la mano de obra corre el riesgo de ser diezmada o quedar con habilidades varadas.

Un segundo punto es la necesidad de centrarse no solo en el comportamiento, que puede entenderse como una respuesta a los incentivos, sino también en los resultados de una acción decidida en la creación de estas sociedades y en el avance de las habilidades, los valores y las prácticas asociadas con ellas.

El marco de tiempo más largo de este proyecto nos permite pensar fuera de las limitaciones de preocupaciones legislativas y regulatorias más inmediatas. Fundamentalmente, esta combinación permite a los participantes considerar qué tomar en cuenta en la perspectiva más amplia de la visión generada, que de otro modo quedaría oscurecida, y permite que el espacio considere lo que significa vivir una vida bien vivida.

La entrada Entrevista con Omar Ramírez se publicó primero en Periódico El Caribe.

Fuente: El Caribe