Debido a que se tiene un gobierno del PRM altamente irresponsable y demagogo, que al parecer ha perdido el norte y no se da cuenta de que su obligación principal es proteger a la nación que le llevó al poder y de toda amenaza externa o interna, sorprendentemente está llevando a la nación a un punto de no retorno, que, de continuar, nos confrontará a todos con nuestros peores miedos.
Para colmos, la irresponsabilidad gubernamental y por su ausencia de integridad en lo que respecta a mantener incólume la institucionalidad y funcionalidad de nuestro Estado, ha creado su mejor aliado en todo un grupo de desaforados agitadores en las redes sociales, quienes, a jura a Dios, en sus ataques furibundos contra el derecho de cada ciudadano a tener su propia opinión y ser disidente a la misma y cuantas veces se entienda que el Estado de Derecho se resquebraja.
Azuzan las más bajas pasiones y con el solo propósito, de que, al llevar confusión a la atrapada opinión pública, todos esos desaforados, cuya mayoría no le ha servido a su país como se debiera y mucho menos muestran que el mismo les duela, se han empecinado en sabotear las instituciones y desde sus pasquines digitales, más bien todo un sector de lupanares en las redes sociales, todos los días vomitan veneno y en gran aspecto llevando confusión y extremismos a los más ignorantes y odio corrosivo a los más ruines.
De esta forma, esos grupos y el gobierno del PRM coinciden en pretender aniquilar nuestro todavía débil sistema de gobierno de pretensión democrática, pero el que en la práctica y en los hechos, es una copia bizarra de lo peor de una administración totalmente arbitraria y con el comportamiento autoritario más desvergonzado, así como de gran irresponsabilidad cívica, política y social.
Así se tiene, toda esa plebe de clase media baja y privando de que supuestamente fueran lideres de opinión y por lo que se está viendo, han agarrado de pretexto el aumento constante de la población migrante haitiana, que fundamentalmente es hija de empresarios y militares delincuentes que ejercen la trata y tráfico de personas y con unos esfuerzos y bríos que deberían de ser utilizados para fortalecer a la República institucionalmente y quienes en su ciega actitud, cada día se empecinan en conspirar y actuar directamente contra la buena salud institucional de la República.
Solo hay que ver el comportamiento irresponsable de la generalidad de los medios de comunicación y de información de masas, sus dueños, periodistas, comunicadores, opinantes, productores de radio y televisión e influenciadores en internet y su enrevesada tela de araña de medios digitales dirigidos por analfabetos funcionales sin desarrollo mental personal propio de adultos, decididos a llevarnos a todos los dominicanos hacia una guerra fratricida contra Haití y única y exclusivamente, porque ese racismo que les ciega, no les permite entender que el resultado de tantas guerras independentistas, es el actual de dos naciones libres y soberanas y celosas ambas de su cultura e idiosincrasia.
Esa plebe mediática y para englobarla en un solo grupo y repetimos, compuesta por gente menores de cuarenta años que todavía no han hecho nada positivo por su patria y con esa arrogancia de enfermos mentales que muestran y al no existir gobierno que les frene sus excesos mediante la aplicación correcta de las leyes de contención hacia el caos y creídos de que el gobierno que les soborna, es justamente eso lo que quiere: Que destruyan la institucionalidad de nuestras instituciones, han mostrado que no tienen límites para cometer sus desafueros.
En este sentido, es el gobierno del PRM (el mismo no reúne condiciones para que se le llame Gobierno Nacional) y su presidente Luis Abinader, un hijo de inmigrantes libaneses con raíces en la alta burguesía haitiana tan depredadora de su propia nación y dominicano de tercera generación, es hora ya de que se le advierta que debe frenar tantos desafueros y dejar de apoyar y financiar tantas vagabunderías desde los lupanares mediáticos en las redes sociales y por la determinante razón, de que y aun cuando no lo parezca, en este país hay una mayoría o núcleo de no menos cinco millones de dominicanos e hijos de más de cinco generaciones desde que sus ancestros llegaron a la isla en tiempos del colonialismo europeo, que tenemos absoluta conciencia de que para nada debemos permitir que todo un grupo de la plebe irresponsable y abusadora acabe con nuestra nación.
Y esto hay que decirlo rotundamente, pues aun cuando muchos dominicanos de buena voluntad están aparentemente sepultados por la orgía de desenfreno y amoralidad, que, apoyada esta en un gobierno corrompido y corruptor hasta los tuétanos, la plebe mediática cree que ha aniquilado. Entendemos pues, que ya todos esos dominicanos de buena voluntad y que aman su país y quienes mantienen un bajo perfil, están despertando y reclamando su derecho a salirle al frente a la horda de facinerosos apoyados por el gansterismo partidocrático y dirigido por presidentes delincuentes, quienes desde el 2004 hasta la fecha han hecho lo que les ha venido en ganas con el destino de la República.
No puede ser, que este gobierno del PRM y Abinader y como expresión mayor de la delincuencia política que generaron los partidos PRD,PLD, FP y la gavilla de partidos minoritarios que han hecho de la corrupción desde el poder, la marca indeleble de esa infame partidocracia que ha dilapidado más de 500 mil millones de pesos en apenas los últimos veinte años (20) se crea absolutamente impune y que puede continuar tomando por asalto las instituciones y el poder y sobre todo, los recursos públicos.
Ahora se tiene la expresión terrible, de la simbiosis que ha experimentado el mismo Abinader y al mantenerse en el poder en base a un fraude electoral más que vergonzoso y producto de la complicidad artera de la Junta Central Electoral y el abusador liderato político actual y pretendiendo ser un presidente actuando totalitariamente y dispuesto a todo con tal de evitar que nadie le quite el poder falso, que por sus actuaciones tan viles merece que se le arrebate y al no entender, que tiene que volver sobre sus pasos y ser un jefe de Estado y de Gobierno, cuya responsabilidad primera no sea la de destruir a nuestra nación.
¿Quiénes deberán dar el paso de rescate institucional? Todos a los que les duela, que un gobierno sin oposición ni frenos y como si sus miembros se hubiesen vuelto locos y siendo depravados, asumen que ellos lo pueden hacer todo y porque entienden que el pueblo dominicano es de cobardes y corruptos, cuyo estado de necesidad le ha nublado el entendimiento y desvalorizado su espíritu.
Reclamamos pues, una vuelta a la cordura institucional y que el gobierno se autocritique y que por primera vez comience a comportarse como lo que debe ser, el Gobierno Nacional, aglutinador de voluntades sanas y dominicanistas.
Haití y desde los últimos cien años, nunca ha sido nuestro enemigo. Los enemigos, son los mismos dominicanos, es decir, aquellos quienes en los últimos 20 años y como buitres, se han lanzado contra el cuerpo de nuestra nación y la mayoría, juventud desviada que no le ha servido a la nación como debiera ni le ha aportado absolutamente nada a la salud democrática que todos debemos de alentar y proteger.
Obligándonos entonces a reflexionar, respecto a que es increíble como una minoría de personas menores de 40 años, que en términos generales no han hecho nada por su patria, se empecinan en ver como la destruyen y con el pretexto de la supuesta invasión haitiana. Con Dios. (DAG) 20.11.2024