lunes, junio 17, 2024
InicioDe aquí y de allá¿Hasta dónde sería posible que el presidente Abinader entendiera que le ha...

¿Hasta dónde sería posible que el presidente Abinader entendiera que le ha llegado el tiempo de realizar cambios profundos en la composición de su gobierno y si es, que efectivamente no quisiera que el PRM fuese y como dueño de la Administración Pública, su Talón de Aquiles?

La inquietud nace y al conocer la increíble declaración que ofreciera el ministro de los Interior, Jesús Vázquez, quien evidentemente, abrumado porque las funciones a su cargo más le parecen lo propio de una granada fragmentaria que no deja de disparar a troche y moche, no le da respiro, por lo menos para disfrutar un poco y si es que cabe, del importante cargo que ocupa entre las altas jerarquía del Estado.

Y lo que debe decirse, al observar la manera terriblemente inquietante de como el ministro ha mostrado que el cargo le sobrepasa o que realmente no entiende las funciones del mismo, pues no se concibe, que ante un llamado ciudadano para que se ocupe con mayor interés de los serios problemas de inseguridad que abaten a tantos ciudadanos, el señor Vázquez se hubiese despachado con aquello, de que él no es general ni jefe policial para aplicar las políticas de seguridad que su ministerio prepara o diseña.

Realmente el mencionado funcionario, que anteriormente había sido senador de la República por más de un periodo, parecería, no solo que no ha leído la Constitución de la República, sino que desconoce las funciones básicas de como él debe poner en funcionamiento las políticas de seguridad y policía, propias de un Estado garantista de vidas y derechos ciudadanos.

Al mismo tiempo, Vásquez evidencia una significativa ausencia de sentido político mínimamente práctico, toda vez que al no tener respuesta a la queja ciudadana en el municipio de Santo Domingo Norte, donde por lo visto, la policía ha desaparecido de allí o es socia protectora de los delincuentes y que de hecho tan patético, ha resultado que los ciudadanos que son comerciantes y tienen negocios propios y junto a vecinos de a pie, todos han preferido de darse a sí mismos una especie de toque de queda, que al menos les garantice vivir cada vez un nuevo día.

Sin duda, que es una situación absolutamente inaceptable y tanto para el gobierno como para la parte de la sociedad que se encuentra prácticamente de rodillas ante una delincuencia, que por lo que se conoce, cada vez tiene un control mayor de las vidas de los ciudadanos y que en sus muestras de incivilidad, poco le importa aterrorizar a los ciudadanos, asaltarles y hasta restringirles seriamente su derecho al libre tránsito.

Es decir, ¿Qué diferencia a los barrios de Santo Domingo Norte en cuanto a delincuencia, de la otra que hay en Haití? Por lo que se sabe, a aquellos poco les importa asesinar o matar a mansalva y guerrear contra su Estado, en tanto aquí, todavía no se ha llegado a semejante nivel de ingobernabilidad y desorden social.

¿Podría entenderse y esta nuestra gran alarma, que si el ministro de Interior, poco le importa mostrar su incapacidad e incompetencia, mucho menos le importaría afectar la poca o mucha credibilidad con la que cuente la policía regular y desde su director general hacia abajo y, sobre todo, cuando para nadie es un secreto, que por lo menos, de los 35 mil efectivos, en ejercicio, cinco mil se entienden parte de la “anti-policía” que tiene control directo de la delincuencia organizada y en particular de la juvenil, mientras hay unos 15 mil que trabajan como espalderos y sirvientes de funcionarios, empresarios y ejecutivos periodísticos y pagados por los contribuyentes?

Entonces y si esta es la realidad que el gobierno vive y que por lo visto, por las razones que fuere, existen funcionarios que no están haciendo su trabajo y mucho menos aplican las disposiciones, reglas y ordenanzas que el presidente Abinader no se cansa de transmitir, ¿no sería correcto presumir, que el mismo Abinader debería de revisarse y entender que ya le ha llegado la hora de limpiar la casa y por lo menos cambiar la composición de la policía así como del ministerio de Interior y si es que al final no quiere, que un día, sus incapaces e incompetentes funcionarios le pongan o coloquen entre la espada y la pared?

Ahora es un núcleo más o menos significativo que se ha declarado en toque de queda para preservar sus vidas y las de sus negocios ¿y si mañana y desde otros colectivos poblacionales se copia la misma iniciativa? Y si esto sucediera, ¿cómo el gobierno respondería?

La situación, obliga realmente a que el presidente de la República tome una decisión y tajante, pues es inconcebible que la República caiga en cuenta que el gobierno no sabe como manejar todo lo relativo a la seguridad de toda la ciudadanía y que es pecado terrible que ha quedado al descubierto con el discurso de huida de un ministro de Interior, quien evidentemente no tiene respuesta para satisfacer a la población y mucho menos, para que al gobierno no se le vea en este aspecto como un grupo de incompetentes.

Por eso, al enterarnos de que “Chú” y desesperado, dice que él no es general de la policía para aplicar el plan de seguridad ciudadana, en sentido contrario, también entendemos que nos está diciendo, que el director de la policía parecería que no acata sus instrucciones y peor, que no pone en ejecución el susodicho plan de seguridad y ante lo cual, es obvio que todas las miradas se dirijan al Palacio Nacional y para recabar allí, respecto a quien y qué institución, son los que le darán garantía a la población de que el gobierno mantendrá a raya o eliminará, una delincuencia mayormente juvenil, que por más que se quiera ocultar, es hija de la complicidad policial desde los cuarteles barriales de la capital nacional como en las principales ciudades y municipios.

Solo pensar que las autoridades no tengan respuestas y asumir, que en su desesperación, los comerciantes empezaran a armarse o en su zonas de trabajo imponer comités de vigilancia y patrulla y para enfrentar delincuentes y a sus cómplices de la anti-policía, es suficiente para entender que pudiéramos ir camino hacia otro estado fallido.

Con razón que preguntemos: ¿Hasta dónde sería posible que el presidente Abinader entendiera que le ha llegado el tiempo de realizar cambios profundos en la composición de su gobierno y si es, que efectivamente no quisiera que el PRM fuese y como dueño de la Administración Pública, su Talón de Aquiles? (DAG)

 

 

 

 

 

 

 

 

RELATED ARTICLES
spot_imgspot_imgspot_imgspot_img

LAS ÚLTIMAS NOTICIAS DE HOY

Se prevé aguaceros para esta tarde por vaguada

Se prevé aguaceros para esta tarde por vaguada

0
La Oficina Nacional de Meteorología (Onamet) informó este domingo que como consecuencia de una vaguada que se ubica al noroeste del país, se prevé...

Mas Populares