Todavía desconocemos, si los actores internos dentro del corazón del gobierno y que se encuentran metidos en lo que ya parece una pelea de perros y gatos y todos buscando las maneras más expeditas para desbancar al que entienden contrario, si se estén dando cuenta de lo que les puede costar y políticamente y para no hablar de vigencia política propia, un pleito al que ni remotamente pudiera hablarse de desencuentro pasajero y sí de intención manifiesta de acabar de una vez y por todas con la piedra en el zapato que parecería irrita y molesta.
En este aspecto, el presidente Luis Abinader debería entender, que al ser él, el jefe de Estado y de Gobierno, no debe ni puede darse el lujo de lucir enfrentado y por más contradicciones que existan con algún otro sector, digamos díscolo y que pudiera considerarse y políticamente hablando, de la intimidad presidencial.
Al mismo tiempo, es una falta de cálculo oportuno el que se protagonice a lo interno del poder y desde una facción de peso de influencia, que desde el 1982 y con antecedentes de campo en la Era de Balaguer (1966-1978 y 1986-1996) mantiene una indudable hegemonía en el ramo de la inteligencia y el contraespionaje y su mercado de flujo de información de altísima seguridad constante.
Del mismo modo habría que advertirles a los llamado poderes fácticos y principalmente a los que integran, dominan y controlan esa especie de “congreso en la sombra” que es llamado Consejo Nacional de Competitividad (CNC) en el que por lo visto, algunos y por sus ambiciones y resentimientos personales han distorsionado sus miras y al extremo, de en verdad creerse que si ellos armaran un arroz con mango de persecuciones y acusaciones nada fortuitas con operadores o gente de poder de campo en materia de la data y la información especializada, en algún momento todos pudieran salir indemnes.
Es, al contrario, todos estos actores y con sus más y sus menos, ninguno podría salir sano de lo más parecido a esa lucha fratricida tras bastidores y teniendo de telón de fondo la presidencia de la República.
Y esto así, porque si nadie se ha dado cuenta, cada día y todos los días (que no es lo mismo) la nación está cambiando aceleradamente en materia de percepción, formación y ejercicio de la política del poder y al extremo, de que si bien es cierto que en estos momentos hace tiempo que el Estado ha perdido sus hegemonías únicas y debido al destape de una burguesía que arrolladoramente le ha sustituido en las decisiones claves, no lo es menos, que la entrada de factores de neopoder nuevo y no necesariamente de gente rica y sí de arrojados activistas políticos y sociales que la burguesía realmente no controla y porque estos son una mezcla de lumpen proletario y clase media de nivel medio a pobre, ansiosos de subir en la escala social, que por más que quisieran ocultarlo, sus decisiones siempre estarán enmarcadas en la más feroz lucha de clases.
Recién ha estallado un escándalo originado en probots del poder y el que tiene de marco “operativo” una fuerte lucha de intereses entre proveedores públicos y en el que uno de ellos tiene la ventaja táctica, de no ser solo proveedor y sí parte importante y decisoria por sus ramificaciones de abastecedor de información de alta seguridad…a todo el que tenga poder en el gobierno o fáctico y sabiéndolo pagar con generosidad y lo que quiere decir, que en la medida que hay pagos, se dejan huellas evidentes de complicidad y difíciles de ocultar.
Abinader hasta ahora está jugando al gato de María Ramos que tira la piedra y esconde la mano, mientras que, desde la acera de su frente, el expresidente Hipólito Mejía, cautelosamente sabe, que, si no se mueve con la perra de mama bélica en su mano, se lo podrían llevar de plano. Para más situaciones turbias, vemos al DNI casi enfrentando abiertamente al C5i y el que como base operativa en el ciber espacio, se encuentra en una situación privilegiada de señorío absoluto frente a todo el sistema inteligencia y espionaje militar, policial o civil.
Solo hay que ver el manejo táctico de la no del todo conocida directora de Ciberseguridad y Ciberdefensa del C5i, Asimilada Militar, Elsa Encarnación, MIDE. Y el diestro trabajo de supervisión y campo del Director General del C5i, Vicealmirante, Luis Rafael Lee Ballester, ARD., para que el observador se dé cuenta, de la clave importancia del C5i y ahora más, cuando “auxiliares de auxilio diestro” compuesto por ciudadanos civiles , quienes de suyo tienen sus propias plataformas de inteligencia, vigilancia y control de data e información y para darnos cuenta, de que si los actores del entramado de poder al que le llamamos la atención, no se supieran controlar y aquietándose, representaría en un grave daño estructural a toda la mezcla de sistemas de inteligencia civiles y militares que indagamos y en el que un padre y su hijo “civiles” son la especie de piedra de choque que dejó de estar en el zapato y que ahora ha hecho metástasis y cual si fuera una enfermedad terminal.
Por temas de este tipo hay que escribir siempre entre líneas y porque lo que interesa, es que se le hable solo al reducido público especializado. Al mismo tiempo, al presidente Abinader hay que advertirle, que él tampoco puede caer en el muy grave error de quedar arropado por los miembros claves del CNC, quienes, convertidos de facto en especie de supervisores del poder de gobierno, pudieran llegar tan lejos, como para imponer un golpe interno contra Abinader y el que su detonante podría ser una parálisis bancaria y financiera a nivel nacional y de cero circulante.
De ahí que digamos, que Abinader luce como que está cometiendo el grave error de afectar los “perros del poder”, que temidos por todos los sectores, mientras los tenga a mano, se garantiza la supervivencia de su gobierno y mucho más y como está siendo el caso, cuando el poder económico apiñado por estupidez de los políticos del poder en el CNC, parecería que se encontrara al tris de mover sus sicarios de muertes por encargo, saboteadores de data y destructores de unidades operativas de espionaje, para generar un proceso gradual de desestabilización dizque controlada y el que de estallar, para sus auspiciadores tendrá el efecto de un tiro por la culata.
En otras palabras, a nuestro juicio, el intrantgate pudiera convertirse en una poderosa bomba de tiempo y cuyos efectos fragmentarios afectarían de manera terrible la gobernabilidad y porque entre otros resultados, despertaría la sed de poder anárquico entre individuos de clase media e influenciadores dueños de la opinión dirigida desde las redes sociales y todos, adversarios rotundos de la alta burguesía que controla el CNC.
Dejamos entonces este acertijo y para que los expertos de inteligencia lo desentrañen, mientras, concomitante o paralelamente hacemos ver nuestra honda preocupación y frente a lo que entendemos se ha convertido el INTRANGATE y el que podría provocar, que el Consejo Nacional de Competitividad (CNC) saque sus sicarios y de contrapartida, el Gobierno Plutocrático se estremezca. Con Dios. (DAG) 29.09.2024
