La educación en tiempos de Trujillo (2)

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Fue muy positiva la labor de Víctor Garrido al frente de la cartera de Educación. Durante su gestión se reorganizaron los planes y programas de estudios; se llevó a cabo una reforma administrativa; la enseñanza vocacional recibió un decisivo impulso; se contrataron técnicos extranjeros; y una buena parte del magisterio dominicano disfrutó de la oportunidad de conocer las más avanzadas técnicas del quehacer pedagógico.

Pero, la verdad oficial no registra ese hecho ni mucho menos le acredita el progreso experimentado por la escuela dominicana a la labor desplegada por Víctor Garrido y por su equipo de colaboradores. Lo que cuenta en los documentos de la época es que todo se debió “al genio renovador y dinámico del insigne estadista, a quien, en un acto de justiciero reconocimiento, se le ha designado con el título de Primer Maestro de la República Generalísimo Doctor Rafael Leónidas Trujillo Molina, auténtico creador de la Nueva Escuela Dominicana”

Mediante el decreto 561, de fecha 20 de febrero de 1940, del presidente Jacinto Peynado fue designado secretario de Estado de Justicia, Educación Pública y Bellas Artes, el licenciado Díaz Ordoñez, intelectual de fuste, hombre de basta y sólida cultura y, por supuesto, de arraigada fe trujillista.

Una de las primeras disposiciones de Díaz Ordóñez fue la preparación de un plan de reformas de los servicios técnicos de la Secretaría de Educación. Dicho plan respondía al propósito de establecer una organización adecuada a los propósitos de dicha dependencia estatal.

El destacado intelectual petromacorisano incorporó a esa dependencia estatal –por supuesto, con la anuencia de Trujillo- profesores y técnicos extranjeros, acreditados por su larga experiencia y conocimientos en la materia con el propósito de que contribuyeran a facilitar el desarrollo del sistema dominicano de instrucción pública; acción ésta que demandaba los servicios de hábiles expertos que el país no tenía.

Los servicios técnicos de la Secretaría de Estado de Educación y Bellas Artes se vieron reforzados con la llegada al país de un grupo de profesores extranjeros de tintas ramas de la enseñanza.

Las labores que desempeñan esos técnicos se distribuyeron en la forma siguiente: a) organización y reorganización de las escuelas secundarias; organización de la supervisión escolar; b) reorganización de los planes de estudios de la enseñanza primaria y normalista; c) atención especial a las escuelas rurales; d) fundación de un laboratorio de psicología experimental; y e) la elaboración de un programa de enseñanza dirigida a débiles mentales. Por: Jesús de la Rosa [Hoy]