Una rueda de prensa tiene un solo propósito, ofrecer una información sobre un hechos o situaciones a destacar, pero nunca como un vehículo para que comunicadores lo utilicen para pedir empleos o demandar privilegios, en este caso, al presidente de la República.
Al mismo tiempo, es un hecho que allí el aparato de propaganda gubernamental no permite la libertad de preguntas y a la vez se discrimina respecto a que periodistas y medios pueden o no ir. O lo más insultante, haber eliminado el Escudo Dominicano para sustituirlo por el dibujo de una cúpula que no representa a nadie.
La situación es tan repulsiva, que muchos periodistas profesionales prefieren que no se les invite, en tanto los medios prefieren cubrir en apariencias lo que ya no es ningún tipo de sana fuente de noticias.
Para colmos, el presidente Abinader y si se le hace una pregunta “fuera de orden” o incómoda, se muestra irritado en extremo o casi insolente, no respondiendo.
En consecuencia, es preferible que ese escenario y por todo lo que ocurre allí, sería preferible que se colocara una vez al mes y para que no se continúe utilizando como arma de reglamento para sorprender incautos y solo acogedor de aplausos de parte de serviles amanuenses que a todo le dicen sí señor. (DAG-OJO)