Lo de la “interrupción técnica” en el C5i, revela que no todo funciona bien en áreas de la administración pública y lo que también se observa, en la rebatiña por los cargos más apetecibles y estilo pequeña burguesía y entre funcionarios y mandos medios e incluidos organismos descentralizados

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A primera intención, podría decirse que el bochorno que el Ejército experimentó esta mañana al asistir el presidente de la República a un acto en el Centro de Comando, Control, Comunicaciones, Computadoras, Ciberseguridad e Inteligencia (C5i) que casi al comenzar resultó lastimosamente fallido, es el mismo que está ocurriendo en otras situaciones dentro del contexto de los ejecutivos y empleomanía en la parte civil del gobierno de la Nación.

Sencillamente, las rivalidades, envidias y chismes internos, no hacen que la burocracia y tanto la civil como la castrense funcione adecuadamente y lo más significativo, que, a nivel de ciertos mandos e incluidos determinados organismos financieros, parecería que la motivación de ascenso radica en cuanto daño se le puede hacer al compañero del equipo técnico de trabajo al que se pertenezca.

De ahí que no deje de ser una probabilidad, que el bochorno experimentado por el ministro militar Carlos Díaz Morfa y frente al presidente Luis Abinader, al no tener una respuesta correcta para que el presidente no se llevara y como ocurrió, la desagradable impresión de que el C5i e inexplicablemente, una simple exhibición de los procesos administrativos logrados en base al uso de aparatos de alta tecnología, fue lastimosamente fallida y tanto, que el oficial operativo al mando y que estaba a cargo de dar la demostración de un sistema, que supuestamente  “le permitiría a cualquier agente de la Policía Nacional acceder información de una persona, con solo la cédula de identidad de un ciudadano y un teléfono celular”, no pudo efectuarse a cabalidad y por lo que este y rojo de la vergüenza, solo acertó a sonreír tímidamente, frente a una situación, que el mismo oficial no comprendía el porqué de la ocurrencia.

Hasta donde hemos podido averiguar, el presidente no demostró en ningún momento su molestia, pero fue obvio y por el rostro serio y crispante que exhibía, que lo acontecido no le ocasionaba satisfacción alguna y lo que nos hace presumir y con todo que al cuarto intento la exhibición pudo darse en lo atinente a que el sistema mostraba  la información del portador de la cédula, al igual que una alerta indicando que el individuo no tenía casos pendientes y lo que se logró después de tres intentos fallidos.

A la sorpresiva falta de internet se le achacó que la exhibición se hubiese frustrado en tres intentos, pero resuelto el desenlace, los allí presentes respiraron aliviados y al comprobar que la exhibición y hablando en criollo, no se fue completamente a la porra.

Ahora bien, ¿cómo es posible que semejante centro de alta tecnología y supuestamente a prueba de todo, había experimentado un fallo semejante?, ¿probabilidad de un sabotaje interno por alguien que quisiera ver saltar rangos y posiciones de determinados oficiales ó porque en la instalación de tan singular entidad, algo faltó que pudo producirse bochorno semejante y que no fue de poca cosa?

De hacerse una crítica más profunda, habría que indagar como está la línea de mando dentro del C5i y cuantas veces y porqué tiempo, los mandos en los diversos escalones de dirección apenas duran y para decir que aquello funciona, pero no porque se pudiera decir que están los burócratas a nivel tecnológico que originalmente habían sido asignados.

Lo que invariablemente, nos lleva hacia esa especie de canibalismo burocrático, que la política populista y clientelista diaria ha reducido la capacidad intelectual y técnica de quienes acceden a posiciones de influencia y decisión y lo que debe observarse y al ver como las estructuras funcionales de mando y organización de determinadas instituciones públicas de alto nivel tecnológico, son pirateadas por burócratas no preparados técnicamente, pero quienes al tener cuñas o padrinos y madrinas políticos, entienden que pueden avasallar a aquellos otros altamente preparados y quienes realmente dirigen y realizan las operaciones del día a día y a todo esto, sin dejar de mencionar la especie de mafias internas entre burócratas mediocres y depredadores en grado sumo y escaladores de puestos y cargos sin capacidad relevante, que en definitiva y a largo plazo, son el cáncer que reduce la capacidad competitiva de instituciones financieras estatales de las que se presume que son lo mejor en materia de capacidad técnica.

Hay que reconocer, que en este aspecto, desde que la partidocracia asentó raíces  dentro de la administración pública, cerca del 35 por ciento de las pérdidas de cerebros que se van del sector público al privado y desde el 1990 a la fecha, se debe básicamente, a que los políticos o allegados de estos que dirigen las instituciones y al ser designados por favoritismo político y personal de quienes han sido presidentes de la República, no tienen en cuenta capacidad e inteligencia y como lo único que les anima es el “búscame lo mío”, agrietan de manera singular la capacidad operativa de este tipo de instituciones especializadas y en las que la única política que debe valer es la capacidad técnica, preparación intelectual y reciedumbre moral a prueba de cualquier tipo de corrupción administrativa.

Es por ello, que, al ocurrir el percance en el acto semi fallido de exhibición técnica en el C5i, por el que ahora y desde el presidente de la República hasta el más inferior de sus subalternos, ha quedado con la dura impresión, de que la entidad debe ser reevaluada e incluyendo una auditoria forense a nivel de recursos humanos y por cuyos resultados se rescaten los verdaderos cerebros que están en capacidad técnica y mando funcional de dirigirla.

Así mismo, enfatizamos en lo necesario de una evaluación parecida a todos los niveles de la administración pública y significativamente, en aquellas instituciones descentralizadas de alta tecnología dentro del mundo financiero y de alta capacidad técnica administrativa y para que dé una vez y por todas se erradiquen las muestras de canibalismo burocrático que existen en algunas de ellas donde las mafias de grupos debilitan su estructura funcional.

Y al tenerlo presente, entendemos, que lo de la “interrupción técnica” en el C5i revela, que no todo funciona bien en áreas de la administración pública y lo que también se observa, en la rebatiña por los cargos más apetecibles y al estilo pequeña burguesía y entre funcionarios y mandos medios e incluidos organismos descentralizados. Ojalá todas esas fallas de procedimiento sean corregidas. (DAG)