Ahora que a salido ante la opinión pública internacional, todo lo relativo a la terrible industria bacteriológica y química que EEUU ha desarrollado en Ucrania y también en Georgia y desde que Washington se apoderó de la base de datos sobre el genoma humano, que solo la de Ucrania tenía un valor de dos mil millones de dólares y recordando los avances tecnológicos dominicanos en áreas sensibles para nuestra seguridad nacional, caemos en la conclusión, de que nuestro primer socio comercial, no ha sido precisamente un socio confiable y sí un tortuoso “amigo” que retrasó en más de veinte años la tecnología dominicana en armamento y pólvora.
Debe recordarse, que los dominicanos nacidos a partir de mayo de 1961 y quienes ahora son adultos de sesenta y sesenta y un años, desconocen al completo, que República Dominicana, no solo que era una potencia militar regional de temer para aquellos años, sino que también disponía de laboratorios tecnológicos de última generación, que facilitaban las cosas para que la mayoría de las enfermedades endémicas no solo que estaban controladas, sino que la labor sanitaria preventiva del régimen trujillista era de una dimensión positiva tan insospechada, que los 2.5 millones de habitantes que para aquella época tenía esta nación, se encontraban perfectamente resguardados por unas políticas sanitarias preventivas, que casi rivalizaban con las que para entonces existían en los mismos EEUU y determinados países desarrollados industrializados.
Es penoso, que los servicios tecnológicos de nuestra Fuerzas Armadas fueron paulatinamente destruidos y ni hablar de nuestra fábrica de armas cuyo principal producto era la ametralladora ligera San Cristóbal, como también la fábrica de pólvora y en base al recurso, de que funcionarios y empleados civiles y militares dominicanos de esos servicios, quienes se confabularon con “técnicos” militares estadounidenses traídos vía los consultores o representantes militares residentes en este país y quienes tenían libre acceso a nuestras instalaciones militares, tecnológicas y laboratorios del ramo y en razón, de que los gobiernos del Consejo de Estado como los del Triunvirato habían librado autorización expresa para ello y en lo que para nada la prensa dominicana de aquellos días, no hizo absolutamente nada para denunciarlo.
Era el tiempo, de que los grupos familiares y económicos que estaban detrás de los llamados héroes que conspiraron y participaron en el magnicidio, habían tomado por asalto el poder y quienes no solo se apoderaron de la riqueza inmobiliaria y fabril trujillista, sino que bajo el predicamento de que “Trujillo se lo había robado todo”, cuando en realidad el dictador había construido y creado esa riqueza y como lo hizo con el peso oro, que valía más que el dólar, a favor de la nación, conformaron de ese modo los gobiernos más corruptos que hasta el 1965 y comenzando en noviembre de 1961, esta nación había conocido.
Así los hechos, no fueron ni una ni dos las veces que la alta dirección de los servicios tecnológicos, descubrió a empleados dominicanos, civiles y militares y junto a agregados militares estadounidenses rompiendo las piezas claves para la fabricación de armas, municiones y pólvora, diezmando de esa forma, unos activos , que de haber sobrevivido a aquel despojo abusivo en contra del pueblo dominicano, la República hubiese tenido ingresos y a esta fecha, de no menos 10 mil millones de dólares y esas fábricas y esos servicios habrían estado funcionando a capacidad y generando ingresos anuales que habrían representado significativamente, un mínimo del 35 por ciento del producto interno bruto dominicano.
Semejante crimen y latrocinio perpetrado por aquellos militares estadounidenses bajo apoyo de los gobiernos dominicanos arriba mencionados, viene a nuestra memoria, ahora que se conoce, que EEUU, no solo que tiene rodeados a Rusia, China e Irán, pero principalmente la nación eslava, con 15 bases militares, sino que al mismo tiempo, Washington se ingenió en la creación de laboratorios químicos y bacteriológicos, en este caso, también rodeando a Rusia y como son los 12 que se apropio o creó en Ucrania y con el solo propósito de crear armas bacteriológicas y químicas de última generación, que en un momento dado pudieran ser utilizadas contra Moscú y sin importarle a los estrategas estadounidenses colocar en peligro de extinción a toda la humanidad y lo que a quedado descubierto con la invasión militar de Rusia a Ucrania, país este último, también eslavo y que antes pertenecía a la desaparecida URSS.
Lamentablemente, nada de estos acontecimientos, ni siquiera es visto por interés por los dominicanos y aquí hablamos de gobiernos y ciudadanía y mucho menos, nadie se interesa por los laboratorios militares estadounidenses que tienen que ver con la fabricación o elaboración de armas biológicas, por ejemplo en la zona 51 o de las sospechas que tienen especialistas, de que el coronavirus fue fabricado en uno de estos y luego enviado a las bases militares estadounidenses en todo el planeta y siendo una de ellas Fort Buchanan en Puerto Rico y como distracción publicitaria mercadológica, al instituto de virología de Wuhan y en base a una intensa propaganda, se hizo creer o entender, que allí fue su origen y por el cruce con un murciélago, que supuestamente se desarrolló la pandemia.
En definitiva, esta es una nación a la que habría que calificar su gente de tontos útiles y por eso y por más que avance tecnológica o económicamente, siempre vendrá un suceso que la retrotraerá a tiempos pasados y como el chisme es la gran industria nacional y la inversión de valores morales es tan pronunciada y particularmente desde el 1990 a la fecha y nadie presta atención a nada y solo sí, a buscar las formas o las vías para enriquecerse inapropiadamente.
Que sea prácticamente imposible que la gente piense por sí misma y menos la de la llamada “clase gobernante”, conjunto de pillos y desalmados de la más heterogénea presencia, cuya característica principal, es esa sumisión tan indecente a favor de todo lo extranjero y en particular, si se trata de EEUU, donde casi no hay dominicano que no quiera ser parte y si se le deja en el empeño, hasta conspiraría contra la existencia de su misma nación.
Y que es la razón, por lo que, ante los acontecimientos que están ocurriendo en el mundo a propósito de la guerra económica y financiera global que EEUU lleva contra Rusia, con el pretexto de que aquella a emprendido una invasión militar a Ucrania y para procurar su propia sobrevivencia, que realmente haya que lamentar la pobre reciedumbre moral de los dominicanos nacidos en estos últimos 61 años y a quienes su frivolidad e ignorancia y cierto tipo de cobardía calculada, parecería que les impide entender y para refrescar lo poco de memoria que tengan, que los avances tecnológicos dominicanos en la Era de Trujillo fueron destruidos por EEUU con consentimiento dominicano. Con Dios. (DAG)
