Mientras aquí no se coloquen en su justo contexto ciertas actitudes y comportamientos que chocan con la vigencia de un sistema democrático, se continuará viendo el culto a favor de la conspiración y el crimen político

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Es racionalmente inconcebible, que personas, grupos y como anarquistas de todo tipo puedan mantener y sin que nadie les objete, el culto hacia el asesinato político, la conspiración con fines de derrocar a un gobierno legal y el magnicidio y como pieza de uso para dirimir las rivalidades políticas.

Ayer se recordó aquel día de 51 años atrás, por el cual, la mañana del 12 de enero de 1972, un grupo sedicioso de guerrilleros y anarquistas que insistían por alzarse contra la ley con miras de tratar de derrocar al gobierno constitucional del 1972 y asesinar a su presidente, fueron detectados por las fuerzas de seguridad del Estado en unas cuevas en la periferia de la capital de la República y en animo de zafarrancho de combate.

Cómo había que suponer, el Estado actuó de inmediato punitivamente contra aquellos insurrectos, que no solo habían sido entrenados en la Cuba castrista como guerrilleros, sino que entraron clandestinamente al territorio nacional como avanzada de la expedición guerrillera que el 02 de febrero de 1973 protagonizara el desertor militar y excoronel, Francisco Caamaño Deñó (guerrillero Román) por playa Caracoles y quien fuera apresado en combate y luego fusilado como guerrillero y no militar y por orden de un consejo de guerra castrense.

Durante todos estos años, los llamados “izquierdistas y comunistas” de cuando la Guerra Fría, a la fecha, una mayoría de adinerados izquierdistas de salón y la mayoría en las nominas estatales via el gobierno actual, han pretendido hacer creer y adoctrinar a las nuevas generaciones, de que todos aquellos alzados con la ley y la Constitución, había que reconocerles como unos héroes “que lo habían dado todo por la patria” y lo que no fue así.

Se ha llegado tan lejos, que esos héroes de cartón y propaganda, son presentados como supuestos héroes, cuando realmente, fueron unos alzados contra la ley y el derecho y conspiradores impenitentes contra el orden constitucional.

Ahora, sus madres y viudas, la mayoría un grupete de agitadores y anarquistas 51 años atrás, y parapetadas dentro de su Museo de la Memoria y un rosario de fundaciones y oenegés y todas estas instituciones pagadas por los contribuyentes  y a un nivel millonario francamente abusivo, son las propagandistas insidiosas queriendo hacer creer lo que no es respecto al accionar de sus esposos, amantes e hijos. Pero eso sí. Ocultando, que vía la cartera de Efemérides Patrias, cada una tiene ingresos mensuales y sin pagar impuestos, por no menos 200 mil pesos. ¡Ah esa doble moral de todo ese reducto de seudos comunistas, izquierdistas y guerrilleros de cuando la Guerra Fría! (DAG-OJO)