Mientras en Alemania a todo viajero se le hace cumplir la ley en República Dominicana a las “celebridades” no se las toca y por mas violaciones en las que incurran

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Recientemente, el conocido vocalista español Julio Iglesias, por primera vez en sus casi veinte años de domicilio en este país, tuvo que experimentar la bochornosa situación personal de que las autoridades fitosanitarias le registraron su equipaje y encontrándole más de 50 libras de productos impedidos de entrar al territorio nacional y por un asunto elemental de prevención contra plagas en alimentos o productos comestibles.

Al mismo tiempo en el aeropuerto de la ciudad alemana de Múnich, otra celebridad, El actor austríaco y estadounidense y exgobernador de California, Arnold Schwarzenegger, experimentó similar sofoco que Iglesias y con la diferencia, de que mientras al vocalista casi le piden perdón por decomisarle parte de su equipaje, al austriaco-estadounidense se le detuvo durante tres horas y debió responder a un exhaustivo interrogatorio policial y al final, pagar multa.

¿Por qué esa diferencia en comportamiento?, porque mientras en Alemania al Estado hay que respetarlo y acatar sus normas, en República Dominicana, quienes tienen poder y dinero suelen utilizar las leyes como papel sanitario usado y debido a que el Estado Dominicano no se hace respetar, acatando él mismo sus propias leyes.

Para mayor vergüenza, los medios de prensa dominicanos censuraron la noticia y eliminando el nombre de Iglesias y solo hablando de “conocido artista español de fama internacional”. Justo por ese tipo de servilismo, esta nación tropical es considerada una y parecida a cualquier republiquita bananera del siglo pasado y en donde todo extranjero puede hacer lo que le venga en ganas.

Muchos se preguntan, cuando el Estado Dominicano se sabrá dar a respetar y hasta preguntándose si este país merecería que se le trate como un Estado funcional y organizado. (DAG-OJO)