Cuando el reloj marcó las 7:00 de la mañana del pasado martes se desencadenó una serie de detenciones, enfrentamientos y deportaciones por agentes de la Dirección General de Migración (DGM) contra haitianos ilegales que se encontraban en espera de consultas en centros médicos de Santo Domingo.
El hecho que tuvo lugar en las inmediaciones del hospital materno infantil San Lorenzo de Los Mina, no sería el único; también a las 7:00 de la mañana el miércoles y el jueves, continuaron los asedios en las maternidades de La Altagracia y Engombe, de donde, según agencias internacionales de noticias, se deportaron unas 28 gestantes haitianas.
Empleados del hospital explicaron que “nadie de migración” ha ingresado a sus instalaciones con el propósito de arrestar pacientes y negaron la presencia de oficiales de la DGM recorriendo sus alrededores como señalan algunas publicaciones.
“Yo escuché la información en un medio, esta mañana y yo mismo me sorprendí”, manifestó el empleado, al tiempo que expresó que en la maternidad de Los Mina reciben a “todo el que llegue”. Contrario a la administración de Los Mina, en La Altagracia y Engombe confirmaron que, entre miércoles y jueves, autobuses de Migración se apostaron fuera de las edificaciones sin que la administración de los recintos de salud tuviera información de los operativos.
El personal médico de Engombe confirmó que desde las primeras detenciones, el miércoles pasado, la asistencia de embarazadas haitianas comenzó a “mermar”.
De su lado, Rodeline Juless, quien tiene 11 años residiendo en el país, explicó que en la Maternidad de Los Mina, también se llevaron a las personas que esperaban por sus familiares ingresados o por nacer.
“Ya tienen miedo, no quieren venir (refiriéndose a sus compatriotas)”, manifestó Juless, mientras acurrucaba a su recién nacido en brazos.
En tanto, Altdor Joshep, que se trasladó en 2004 a suelo dominicano en busca de mejores condiciones económicas, lamentó que los haitianos estén pasando “vergüenza en un país ajeno. Si Haití estuviera libre nosotros nos vamos, porque estamos pasando vergüenza en un país ajeno”, manifestó Josep, al tiempo que expresó que “si se van a llevar a los que no tienen papeles, los puedes coger en la calle; en el hospital no”.
Comenzaron el martes
Las deportaciones de mujeres embarazadas comenzaron el pasado martes y “van cientos de deportadas”, dijo el director de Migración en declaraciones a periodistas en Dajabón, el principal paso fronterizo con Haití. El director de Migración dijo que las deportaciones se están realizando “con todo el respeto a los derechos humanos y con todas las garantías al debido proceso”.
SEPA MÁS
Medidas duras
Las autoridades han adoptado en las últimas semanas medidas para frenar la inmigración ilegal desde Haití, que pasa por una de las peores crisis de seguridad. Se anunció que los hospitales públicos solo atenderían a extranjeros indocumentados en casos de emergencia médica. [Listín Diario-Ojo]
COMENTARIO AL MARGEN: De golpe, la peor cara del PRD de antes, asoma dentro del PRM y al extremo, de que uno de sus miembros, el director de Migración, Enrique García, al parecer y por órdenes superiores, a iniciado una vergonzosa como abusiva cacería de indocumentados haitianos e incluyendo el apresamiento ultrajante y violento de cientos de embarazadas haitianas en hospitales públicos y la mayoría a punto de alumbrar y que recuerda lo peor del nazismo y ahora lo reciente, de hechos similares o peores en Polonia y hace unos días en Texas, EEUU. Esto, no es posible que nadie medianamente decente pueda aceptarlo o aplaudirlo y por lo que unimos nuestra voz a quienes desde otros entornos, también protestan por semejante atentado contra los derechos humanos. De pronto, las autoridades transitorias del gobierno haitiano tienen razón, cuando reclaman que las deportaciones sean hechas respetando la dignidad de los indocumentados. Abinader debe corregir esto y porque degrada de manera tan profunda nuestra condición como dominicanos al retrotraernos a lo peor de lo más bajo de los instintos humanos y siendo su gobierno, el primero y de todos los que hemos tenido en los últimos 80 años, que comete un accionar tan vergonzoso. (DAG)