Robert Francis Prevost, que se convirtió el jueves en el nuevo pontífice con el nombre de León XIV, de niño fue objeto de burlas por su deseo de hacerse sacerdote. Así lo contó el viernes su hermano mayor Louis, entrevistado por The New York Times.
«Lo bromeábamos mucho diciéndole: ‘Na na na, serás el papa'», recordó Louis Prevost, de 73 años, en su casa de Port Charlotte, Florida, al relatar que el nuevo papa no pretendía ser vaquero o atracador de bancos.
Sin embargo, la noticia de que Robert fue elegido para liderar a los católicos del mundo representó una pequeña sorpresa para sus familiares. «Mi hermano es el papa», dijo el Sr. Prevost, sentado en el porche de su casa. «¡Ay!».
Según Louis, el futuro sumo pontífice siempre fue un pacificador, a pesar de que los hermanos podían ser rudos en su juventud. «¡Caramba, parece que ayer mismo lo estaba tirando por las escaleras!», observó el hombre. «¡Y ahora es el papa!», agregó.
«Creo que [León XIV] será parecido a Francisco, pero quizás no tan liberal, ya sabes, flexibilizando tanto las reglas de la Iglesia», sugirió Louis. «Creo que será un poco más conservador», aseveró.
En este contexto, admitió que él y su hermano discrepaban en algunas cosas, entre ellas en sus ideas sobre el conflicto y la guerra, ya que Louis no es tan pacifista como Robert. «Si me ataca, ¿sabe qué? Va a sentir la ira», alclaró. «Yo pienso así. Rob, no tanto«, señaló.
Además, el Sr. Prevost, indicó que había hablado con su hermano por teléfono a principios de esta semana, poco antes de que comenzara el cónclave. Ahora no está seguro cuándo volverán a hablar. «No sé si se puede simplemente levantar el teléfono y llamar al papa», dijo y agregó: «Es como llamar al presidente o algo así». Tampoco cree que vea «el ‘papamóvil’ aparcando afuera».
Sin embargo, el hermano del sumo pontífice está seguro de que el lugar de León XIV es el Vaticano. «Hará un trabajo excelente», aseguró.
Desde que el jueves apareciera la fumata blanca por la chimenea de la Capilla Sixtina en el Vaticano y se anunciara que Robert Francis Prevost sería a partir de entonces el nuevo papa, con el nombre de León XIV, los medios se han lanzado a la búsqueda de la familia del nuevo pontífice.
John Prevost, hermano mayor del papa, ha sido el encargado de dar la cara ante las numerosas peticiones, hablando de su temprana vocación por la vida religiosa. «Desde que era un niño siempre se supo que iba a ser cura. No había duda de que eso era lo que iba a hacer», contó en una entrevista a Univisión.
Lo cierto es que su infancia estuvo atravesada por la religión católica. Desde su madre que colaboraba diaria y activamente con la iglesia, según recoge 20 Minutos, hasta su padre catecista y dos tías monjas. Además, el medio Pillar Catholic señala que por su casa siempre había trasiego de sacerdotes.
En sus declaraciones a Univisión, John se atreve a vaticinar que la línea del nuevo papado será continuista del anterior: «Creo que veremos una continuidad del papa Francisco. Pienso que a él le importan las personas, sus almas, su espiritualidad y la mejor manera de ayudarlas», sostiene.
Ayuda a los oprimidos y preocupación por la inmigración
Desde su casa en un suburbio de Chicago, John Prevost también ha hablado con The New York Times. A ellos les ha contado que el sábado pasado un sacerdote se le acercó en la iglesia y le contó que en Las Vegas las probabilidades de su hermano estaban 18 a 1.
También relató que Rob, como llama cariñosamente a su hermano menor, «tiene un gran deseo de ayudar a los oprimidos y marginados, a quienes son ignorados».
Además volvió a dar pistas sobre la relación entre el nuevo papado y el anterior: «La mejor manera de describirlo ahora mismo es que seguirá los pasos de Francisco», dijo, a lo que añadió que ambos «eran muy buenos amigos, se conocían antes de que él fuera papa, incluso antes de que mi hermano fuera obispo».
Describió al nuevo pontífice como una persona sencilla, que «no va a salir a comer 19 platos», y comedida. «No creo que veamos extremos en ningún sentido», afirmó, aunque de manera matizada: «No creo que se quede callado mucho tiempo si tiene algo que decir».
John Prevost también informó de que su hermano «no está contento con lo que está pasando con la inmigración«: «Lo sé a ciencia cierta. Hasta dónde llegará es una incógnita, pero no se quedará de brazos cruzados. No creo que sea él el que se quede callado». (RT)