Definitivamente hay que irse al trato personal y si es que, más o menos, se quiere entender el tipo de relación afectiva que existía entre ambos personajes y en la que no escapa determinado acercamiento de y para decirlo de algún modo, cierto tipo de “relación doméstica” que parecería también abarcaba a determinados familiares directos del exprocurador general y por lo que, debido a sus efectos colaterales, propició que aquel gobernante hubiese sido mano suelta con su subalterno.
Desde luego, siempre y para cualquier gobernante, es una pesadilla todo cuanto se diga originado en ese lastre terriblemente difamatorio de lo que es el rumor público, pero que ahora adquiere unas dimensiones mayores desde las redes sociales.
En este sentido, aquello de que supuestamente el mandatario “le regaló un auto deportivo de lujo” a una familiar de Rodríguez Sánchez o lo otro, tan maledicente “y también a otra hermana”, fueron dos cantaletas, que seguro y de algún modo debieron de haber llegado a oídos de Danilo y de lo que por supuesto, solo reproducimos como muestra grosera de lo que afirmamos, que quien está en el poder, es mucho lo que tiene que aguantar de parte de la mayoría de los envidiosos, ni siquiera adversarios políticos o enemigos personales y solo por el puro afán de dañar y zaherir.
Pero en algo hay verdad. Danilo prácticamente se volcó en privilegios a favor de su procurador y tanto, que mediante un garabato en la parte superior de un documento, abrió las puertas para que desde Hacienda se facilitaran los millonarios recursos que Jean Alain requería para crear su “maravilloso y nuevo centro penitenciario modelo” y del que ahora y por los documentos públicos que han trascendido, parecería que aquello fue una orgía de contratos al por mayor y al detalle y con un rastro innoble de lo más parecido al uso dentro de la delincuencia de cuello blanco y que justo ahora, sus efectos han descalabrado la carrera política de un empleado ejecutivo del grupo Vicini o Inicia que el gobierno había colocado como ministro de la presidencia.
Ya en un juicio de fondo, se sabrá o se comprobará hasta donde los rumores que corrían tenían mucho de verdad o si efectivamente en las redes sociales no era que se difamaba, sino que se hacían frívolas imputaciones directas.
De todas maneras, habrá que esperar, que y en el desarrollo de las futuras audiencias, en algún momento, alguien solicite la comparecencia del expresidente y como informante que especifique o aclare el por qué otorgó “tanto de tanto” a quien muchos también entendían, era algo así como el hijo putativo de aquel y quien tenía de enlace, a quien fuera el exitoso y productivo ministro presidencial en aquellos años, del enigmático y críptico de Gustavo Montalvo. (DAG-Ojo)
