“Entendemos las dificultades que está causando la elevada inflación y seguimos firmemente comprometidos con devolver los precios al objetivo del 2%” ha asegurado el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en su comparecencia ante el comité de servicios financieros de la Cámara de Representantes. Una semana después de que el banco central estadounidense acordara mantener sin cambios los tipos por primera vez en 15 meses, el responsable de la institución quiere dejar claro que la pausa no significa el fin del repunte de las tasas. Según lo avanzado en su comparecencia semestral ante el congreso, la Fed irá tomando las decisiones reunión a reunión en función de los datos.
“Casi todos los miembros del comité creen que será apropiado aumentar las tasas un poco más en lo que queda de año”, remarca Powell. Las proyecciones dadas a conocer el miércoles pasado apuntan a dos subidas adicionales de 25 puntos básicos, hasta situar los tipos en la horquilla del 5,75%-5,5%. “Es probable que la reducción de la inflación requiera un periodo de crecimiento por debajo de la tendencia y cierto debilitamiento del mercado laboral”, explica. Es decir, espera un aterrizaje suave. A la hora de determinar el endurecimiento futuro, la Fed tendrá en cuenta las subidas efectuadas desde que en marzo de 2022 se pusiera fin a los tipos cero.
En poco más de un año el banco central aumentado el precio del dinero en 500 puntos básicos, el ajuste más agresivo desde 1980. Durante este proceso, Powell ha tenido que hacer frente a las críticas de los demócratas que llevan meses advirtiendo de que la subida acelerada de los tipos puede dejar sin trabajo a millones de personas. El presidente de la Fed describe el mercado laboral como “muy ajustado” aunque la tasa de paro se sitúa en el 3,7%, “Hay algunas señales de que la oferta y la demanda del mercado laboral están logrando un mejor equilibrio”, afirma. [cinco días-gema escribano]
