No se nos ofenda, sencillamente, acompáñenos en este razonamiento, que es un reflejo de la enorme confusión y debate que cunde en amplios círculos nacionales y desde que su gobierno se le fue a la yugular al Colegio de Abogados afectando sus elecciones y secuestrándole su cede central y hasta culminar ahora con su discutida y discutible ley 1-24, que ha puesto a toda la ciudadanía a pensar, que con la misma usted tiende a militarizar la vida nacional e imponiendo una variable de régimen policiaco y con el solo propósito de acallar las voces disidentes a sus políticas y gobierno.
Resulta, que no solo los medios y periodistas, comentaristas en la radio y la televisión así como en los lupanares mediáticos desde las redes sociales, no hay comunicador u opinante que ya no entienda, que en cualquier momento su Departamento Nacional de Investigaciones (DNI) se le irá encima, les secuestrará sus medios periodísticos de trabajo o eventualmente los meterá presos por razones de “alta seguridad del Estado” dejando de ese modo y por semejante sensación, de no entender por qué un presidente de origen democrático se aboca a que se le vea o entienda como una especie de neodictador en ciernes.
Honestamente, nosotros nos resistimos, siquiera a considerar que el nacimiento de ley tan controversial tenga semejante propósito anti democrático y como decíamos ayer, las imperfecciones de redacción de la misma, perfectamente que pudieran ser subsanadas con el simple gesto suyo de devolverla al Congreso Nacional y para que allí y desde el Senado, se formulen las correcciones de lugar, pero enmarcadas dentro del espíritu democrático de no contradicción o violación de la Constitución de la República, que ahora es lo que se entiende que está ocurriendo. Incluso y para mayor fundamento a esta aspiración. Ayer, dos diputados anunciaron que habían preparado un ante proyecto de ley con el que realizaban las correcciones pertinentes a su ley ya en vigencia y que, dicho sea de paso, no se entiende que no lo presentaron cuando estaba, la ahora 1-24, a consideración del presidente de Diputados que la tenía secuestrada.
En este plano, con solo que usted devuelva la ley, usted le daría a la nación un mensaje positivo de saber escuchar a sus conciudadanos y de plano, aceptar el derecho de sus compatriotas a emitir libremente su criterio disidente.
Sabemos, que usted, por lo menos hasta hace unos días, nunca había exhibido el talante de ser un político y persona intransigente y acosador de quienes no opinen igual a su criterio, sin embargo y al darse la situación de que realmente no ha habido una respuesta cierta y definitiva de parte suya y del por qué se originó esta ley y además y como usted dijo aquello de que se trataba de una confusión en la interpretación de la misma por parte de quienes la han criticado, que entonces haya que solicitarle que nos aclare la confusión a todo el resto de sus conciudadanos.
Al fin y al cabo, usted se alzó con la presidencia de la República en el 2020 con más del 52 por ciento de los votantes y lo que es una razón suficiente, como para que usted les ofreciera una explicación creíble, toda vez, que todo el mundo en todo el país, está creyendo que usted se resiste a aceptar que pudiera perder las elecciones y en las que usted y para mayo 18, se supone que se disputará su reelección constitucional.
También hay que observar esto presidente Abinader, usted tiene un partido que es una especie de hijo putativo del PRD de cuando la Guerra Fría, que indudablemente, es el partido más dañino en toda la vida política nacional desde las elecciones de 1962 y hasta el presente.
Cómo también hay que ver lo otro, de esa fuerte mayoría nacional que todavía recuerda cómo se las gastaba el PRD al momento de salir del poder y con todos esos estropicios que sus correligionarios cometían de destrucción del mobiliario público, despojo de bienes públicos, daños a las infraestructuras de la mayoría de las oficinas públicas y por lo que, con justa razón, la gente empieza a mal suponer, si acaso habrá que prepararse por si usted perdiera las elecciones presidenciales y para presenciar espectáculo tan poco edificante.
Desde luego, usted podría decirnos que no tenemos razón y si se irritara, tal vez fuera capaz de mandarnos al mismo infierno, pero presidente, entiéndanos: Nadie comprende porque de este cambio totalitario tan abrupto que usted ha estado protagonizando, cuando hasta hace menos de cinco días sus aprestos reeleccionistas, realmente marchaban sin ningún tipo de viento en contra.
Ahora no es así, “San Abinader” está en los altares de todos y cada uno rezándole a Dios, pidiéndole que les ayude a esclarecer el porqué de semejante viraje, porque la verdad presidente, usted tiene simpatías entre sus compatriotas ó compañerotriotas y también a todos los niveles de la burguesía como de los ciudadanos de a pie y hasta hoy, nadie le veía con temor y mucha desazón y menos dentro del tigueraje a lo alofoke, que parecería que usted domina, desde que a su cabeza se le hizo asesor de imagen de la alcaldía capitaleña.
Pero y esto hay que decírselo señor presidente, esa dichosa ley suya ha hecho saltar todas las alarmas y desde la academia, como desde los círculos intelectuales, nadie acierta a entender el porqué de su creación y como ayer le reiteramos, si por compromisos internacionales debe existir una ley lo suficientemente explícita para asuntos de colaboración internacional en casos de alta seguridad de los estados y en específico, en materia de seguridad, trata y tráfico de personas, o combate a las drogas, perfectamente que sus colaboradores en la consultoría jurídica presidencial pudieron crear una ley que se circunscriba a esos temas y por derivación, crear otra y atinente a asuntos nacionales de alta seguridad, pero sin esa peligrosa intención totalitaria de aplastar y perseguir a medios, periodistas, ciudadanos y cuanto dominicano se le ocurra disentir de sus políticas o permitirse la libre expresión y difusión de su pensamiento, que es el trastornador espíritu que todo el mundo coincide que su ley tiene.
Entonces y al no existir una explicación que todos los ciudadanos entendamos, que haya que plantearse y a riesgo de ser atrevidos, de si acaso es que su gobierno y el PRM están contemplando darle un giro a las libertades públicas o ponerle un bozal a nuestra democracia y por ello le decíamos al comienzo de este análisis político de Estado, presidente Abinader y con el debido respeto a su jerarquía, ¿estaría usted contemplando dar un golpe de Estado a propósito de las elecciones y por eso del blindaje legal para sus cuerpos de seguridad y policía con la ley 1-24? Con Dios. (DAG) 27.01.2024
