Primer round: El Abinader político y gobernante es vencido por el Abinader plutócrata y para ceder ante el Consejo Económico y Social (CES)

0
423

Después que el presidente Luis Abinader se expresara diciendo y de categórico, que estaba concentrado en efectuar la reforma fiscal que esta economía requiere y luego de que su última opinión al respecto la hiciera el 6 de julio pasado y por la que anunciaba que libraba una especie de duelo frente al CONEP y dicho el mismo día del asesinato del presidente de Haití, Jovenal Moïse, quien libraba un duelo singular y por parecidas razones contra la alta burguesía de su país.

Viene lo de anoche y en cuanto a que el primer mandatario decide dar marcha atrás, tragarse sus palabras y admitir que supuestamente no había condiciones para realizar la susodicha reforma fiscal que antes abogaba con gran ardor. En realidad, y viendo el asunto con absoluta objetividad, es evidente que el empresariado criollo y después de haber librado una fuerte guerra mediática contra el gobierno, es imposible dejar de reconocer, que el joven gobernante, si no fue derrotado, está a un punto de que todos le consideremos en vías de haberlo sido.

Y desde el momento que se presenta semejante percepción, también muchos y en principio, no entendemos como Abinader logrará recomponer su imagen, aunque y en nuestro caso, no dudamos y dado los entresijos y vericuetos del poder presidencial absoluto, que en su momento el “triunfo empresarial”, será poco frente al accionar definitivo que sobre este asunto, el empresariado hizo lo indecible para llevarlo al seno del Consejo Económico y Social (CES) donde se siente fuerte y puede, de manera mayoritaria y con el pretexto de la “concertación social” y siendo solo un órgano consultivo de acuerdo al artículo 251, del capitulo IV de la Concertación Social, bloquear, obstaculizar y derrotar cualquier iniciativa que sea contraria los intereses empresariales y que el Poder Ejecutivo quisiera patrocinar.

Es decir, solo el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) y su “holding” de más de 40 organizaciones empresariales, de comerciantes e industriales asociadas y que se desenvuelven bajo su etiqueta, cuenta con una mayoría aplastante para que nada en el CES vaya contra sus intereses.

Siendo esto así, no hay que extrañarse, de que, a esta mañana, las principales cabezas de todas esas organizaciones empresariales hubiesen saludado la declaración presidencial de retirar la posibilidad, de que “en estos momentos” y hacemos énfasis en ello, no era factible la reforma fiscal.

Sobre el discurso de Abinader, parecería que fue de una rendición en toda regla y por lo que y de primera interpretación, el mismo presidente no queda muy bien parado ante la población y se lo decimos crudamente, parecería que su credibilidad ha quedado en cero.

Sin embargo, no hay cosa que más terror le provoque a los empresarios y su oligarquía y como sería, que desde cualquier gobierno se aliente una toma de posición de parte de una población victima de los excesos de poder fáctico y los irritantes privilegios que acompañan a la alta burguesía, que de golpe se diera una poblada por la que ningún rico pudiera sentirse que tiene segura su cabeza sobre sus hombros. A nuestro modo de ver, los del CONEP se pasaron de la raya y ni se diga de los barones mediáticos, quienes con sus mass media, no solo que acorralaron al presidente, sino que también lo humillaron y lo que en política del poder se paga y se cobra caro.

Por eso tenemos que hablar de que lo ocurrido, es lo más parecido a un primer round y de que a mediano plazo se verá que ha sido una victoria pírrica para el empresariado y por una razón, nunca a un presidente se le coloca en la posición incómoda, de que su pueblo le vea débil frente a los poderosos del comercio, la industria, el empleo, la banca y el dinero. Y que anoche fue lo que ocurrió.

En este aspecto, Abinader podrá ser y de hecho lo es, parte del circulo de millonarios que se reparten la economía, pero desde la óptica débil de ser entendido como un nuevo rico frente a la oligarquía empresarial y si todavía no ha llegado a esa conclusión, entonces, que se prepare de ahora en adelante y para saber que trato le podrá dispensar como presidente, a una oligarquía, que no tuvo miramientos para oponérsele abiertamente y de la manera más grosera posible.

Mientras tanto, se deberá de ir al CES y allí todos los sindicatos y asociaciones, que individualmente no pueden ni deben afianzar sus posiciones en base a enfrentar al gobierno, deberán andar con mucho cuidado y por un hecho cardinal, que los muy ricos del empresariado no echan pleitos a favor de otros que menosprecian y porque los entienden y puntualizamos y en términos de “clase”, que no están a su nivel.

En consecuencia y este nuestro consejo no pedido a esos intereses: No caigan en el gancho de alejarse de Abinader y del Gobierno, pues la historia de los últimos años indica, que cuando sindicatos y asociaciones de comerciantes e industriales medianos se alejan del poder presidencial, la oligarquía empresarial les saca los pies y sabiéndolos solos, los destroza.

Sobre Abinader, es muy simple y tajante lo que hay que decirle: O usted repara pronto el daño que su imagen ha experimentado o usted se expone a que su posibilidad reeleccionista no se dé, toda vez que este pueblo de oportunistas e irresponsables, detesta a los presidentes débiles y sin carácter y aunque todavía le dicen botijuelas verdes a Balaguer, todos le reconocen que fue el presidente con mayor autoridad que la oligarquía y siendo un pueblo que solo entiende los gobiernos en función de poder y de fuerza y a los presidentes, con mayor poder que todo el poder acumulado empresarial, factico, social o de fuerza y si no lo tiene, le da la espalda.

De ahí que entendamos, que el presidente y ya dentro del CES, puede y debe rehabilitar su ahora maltrecha autoridad y cuyo mayor signo externo se puede ver en la flojera de piernas que les dio a todos esos periodistas, comentaristas y productores de radio y televisión que Abinader privilegia y quienes fueron incapaces de defenderlo frente al empresariado y por lo que decimos, que todavía hay esperanzas, de que en el segundo round, Abinader se impondrá y recobrará su ahora debilitada autoridad moral.

Mientras y penoso es decirlo, es evidente, que, por el primer round ya librado, el Abinader político y gobernante es vencido por el Abinader plutócrata y para ceder yendo ante el Consejo Económico y Social, lo que nunca debió de ocurrir. (DAG)