lunes, junio 17, 2024
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¿Probabilidad? Primer paso para la ocupación humanitaria extranjera. Cierre total de la frontera con Haití y colocar al ejército dominicano en pie de guerra contra las pandillas haitianas y el rescate del Estado Haitiano.

El segundo paso, que la fuerza de tarea militar de EEUU y Canadá entre por Gonaive, tome la isla como base de operaciones y se expanda hacia territorio haitiano. Logrado ese principio de movimiento de pinzas, le toca el turno a la “asistencia” del Comando Sur estadounidense, al tiempo que el gobierno dominicano da el otro paso: Toque de queda en toda la frontera de lado dominicano.

¿Objetivo?, eliminar el terrible secuestro y genocidio continuo de los diez mil pandilleros que tienen bajo control a Puerto Príncipe y que no han permitido que la sociedad civil haitiana asuma su papel constructivo a favor de su propio país.

¿El otro objetivo marginal?, desarticular los “apoyos logísticos” de la misma burguesía haitiana que financia a esos antisociales y penetrar entre la población en base a un esquema de asistencia social humanitaria que despeje cualquier tipo de duda respecto a que lo que a gran escala se pretende sería la supuesta anulación de la soberanía del país vecino.

En el interin, cabe la probabilidad, de que, a la semana de la ocupación extranjera, las instalaciones de la embajada y consulado dominicano en Puerto Príncipe puedan ser asaltados y debido a que agentes del partido de Arístide, pretendan hacer creer “que el enemigo dominicano” quiere destruir y aplastar “la independencia haitiana”.

De esto último suceder y que no creemos su factibilidad, dado que la sede de la embajada dominicana es la única que cuenta con un helipuerto y lo que significa, que, de Dajabón, Elías Piña y Pedernales se encuentra a menos de quince-treinta minutos por aire para impulsar una defensa dominicana diestra.

A lo interno, estrategas militares y de inteligencia han sugerido, que el gobierno dominicano y al estilo de lo que hizo EEUU cuando la invasión de Japón contra Pearl Harbor, “deberá crear instalaciones de control poblacional para haitianos dentro del territorio dominicano y en particular para aquellos de espíritu levantisco que quisieran motorizar algún tipo de rebelión interna”.

Concomitantemente, el gobierno nacional cerrará todas las redes sociales, como medida estratégica para que la ultraderecha anti haitiana no se explaye en ningún tipo de discurso o soflama que hiera la sensibilidad, de un pueblo haitiano, que, al principio de la ocupación extranjera, se debatirá entre la confusión y el orgullo patrio herido y que requerirá el refuerzo amistoso de una República Dominicana siempre amiga generosa y protectora.

El esquema anterior, hijo de nuestra experiencia de 59 años de ejercicio periodístico continuo y 51 años en el ejercicio del análisis político de Estado y fortalecido con experiencias propias desde el golpe de Estado de 1963, la revuelta de abril e invasión estadounidense del 1965 y el periodo de la “revolución sin sangre” del 1966 al 1970.

Tal experiencia, nos permite avizorar, por cual derrotero y más o menos, se presentarán los acontecimientos que ya han empezado a desarrollarse y para liquidar de una vez y por todas y lo que es un bochorno internacional, que la burguesía haitiana sea copartícipe en el asesinato del presidente Jovenel Moïse y en el financiamiento rastrero de las pandillas, como también en el aprovisionamiento de armas clandestinas traídas desde EEUU.

Porque en todos estos hechos y acontecimientos, lamentablemente una gran parte de la burguesía haitiana ha sido el gran agente desestabilizador, que ahora mismo no ha dejado que el gobierno provisional del doctor Ariel Henry, haya podido arrancar y ser un verdadero referente cierto y garantista de la paz y la gobernabilidad.

Mientras tanto los grupos desafectos del sentido común, que encabeza y dirige el ultranacionalista anti haitiano Instituto Duartiano y la célula política y castrense cuasi terrorista del vinchismo, deberán de recogerse a la buena o a la mala y prohibiéndosele cualquier tipo de manifestación o declaración totalmente inamistosa contra Haití, mientras dure el proceso internacional de la recuperación del Estado haitiano para los propios haitianos.

Ayer, la inédita escena de militarismo rozando la histeria nacionalista dentro del acto militar presidencial, fue uno, que como trago amargo, Abinader debió de dar para mantener dentro de una situación de compactación de objetivos, a soldados dominicanos con cerca de cien años sin haber participado dentro del propio territorio nacional en una confrontación armada e involucrando a nuestros vecinos y como la única forma, de que se entendiera, que esta vez se está yendo en serio con la estrategia diseñada por el Comando Sur y el Estado Mayor dominicano y para que nuestros militares entiendan que llegó el momento de dejar a un lado sus frivolidades y devaneos de corrupción a medias en la frontera. Aunque llama poderosamente la atención, que precisamente ayer, ya el ministro de Defensa Díaz Morfa se encuentra en Reino Unido en “una visita programada hace seis meses” de acuerdo a nuestras fuentes.

A los medios de comunicación y de información de masas dominicanos, la mayoría propiedad de extranjeros, les toca el cuidadoso papel de ser mesurados y sensatos en sus despliegues informativos y de opinión y como el mejor respaldo estratégico que afiance la política de seguridad especial que el gobierno está implementando.

El pueblo dominicano por su parte debe continuar con su diario vivir y para nada, ser agente hostil contra la dinámica y sana colonia de trabajadores haitianos en nuestro país, pues se trata de una situación de emergencia, que para nada implica afectar de alguna manera la gobernabilidad existente.

Dentro de poco, todos seremos testigos de piedra de todo cuanto ocurrirá en la próxima asamblea general de las Naciones Unidas y las medidas de conducción que el Consejo de Seguridad deberá tomar para darle legalidad y legitimidad a las acciones de rescate de Haití y que deberán ser tomadas en un tiempo corto y no mayor de tres meses, porque Haití estará frente a una ocupación humanitaria extranjera y para nada, frente a ningún tipo de invasión militar y lo que deberá quedar bien puntualizado, desde el momento que la ONU avale la política de rescate internacional que ya se ha iniciado.

En conclusión, se está ante el primer paso para la ocupación humanitaria extranjera. Cierre total de la frontera con Haití y colocar al ejército dominicano en pie de guerra contra las pandillas haitianas y el rescate del Estado Haitiano. Con Dios. (DAG) 15.09.2023

 

 

 

 

 

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