Se apagan muchas estrellas

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Tenía que llegar el día que esa impune exhibición de riquezas de varios de los altos mandos militares que mancillaban el nombre de la carrera militar tenía que llegar a un fin. Y parece que el Ministerio Público lo ha entendido muy bien por el mensaje del presidente Abinader para enfrentar una lacra que desde todos los tiempos empaña la carrera militar.

La ciudadanía honesta en cada etapa histórica de la vida republicana de la Nación vivía atormentada al ver cómo en la milicia se apoyaban muchos de sus miembros en sus rangos para hacer y deshacer con los recursos públicos. Tan solo no era por la ración del boa sino que incluía cualquier favor que se requería para otorgar cualquier documento o autorización aun cuando fuera verbal de la autoridad militar.

Los 60 años vivido por las generaciones del intervalo desde la muerte de Trujillo han sido testigos de toda clase de desmanes de los militares y policías que apoyados en las estrellas de sus hombros o los ramos de sus kepis han sido artífices de maniobras, desde la venta de piñas a sobreprecio hasta la compra de los aviones Tucano aparte de como se vendieron aquellas reliquias históricas de la aviación los P-51 que desaparecieron de los hangares militares sin nunca tener cabal conocimiento de su desconsiderada desaparición vendidas a coleccionistas o cineastas extranjeros para filmar películas bélicas de la II Guerra Mundial. Hace ya varios años que el ultimo P-51 en exhibición estuvo estacionado en los terrenos del Ministerio de Defensa junto con otras máquinas aéreas de menor valor de colección.

Pero ahora el Ministerio Público, teniendo en cuenta que los casos de corrupción de la administración peledeísta de 20 años se han apaciguado en sus persecuciones, le ha marchado al tinglado de mayor abundancia de hechos dolosos que por tantos años nadie se atrevía enfrentarlos. Pero ahora la prudencia no ha sido el freno para sacar a la superficie el enorme entramado de hechos dolosos cometidos a la sombra de sus estrellas en donde se mezclan por lo evidenciado hasta simples rasos de confianza de los generales.

La opinión pública está asombrada de cómo se abusaba de los recursos públicos y de conocer a fondo la razón del crecimiento urbano de las ciudades en donde se puede estimar que ese asombroso crecimiento urbanístico de la capital y Santiago tiene su apoyo en un dinero que está siendo lavado adecuadamente desde hace años para beneficiar a un sector no solo militar que por sus ingresos normales no pasaría ahora de una humilde vivienda de los complejos habitacionales construidos durante los gobiernos del doctor Balaguer.

Si se sostiene el empuje judicial de la persecución contra el enriquecimiento desmedido de los altos estamentos militares y descansando la persecución a los corruptos peledeístas de sus administraciones, en que solo parece que falta que se señale al anterior Presidente como agente apoyador de esos desmanes, por la presencia de tantos familiares y servidores militares de su entorno, es que la justicia con sus pléyades de nombres marinos puede considerar su labor de limpieza moral en las filas militares y policiales justa y necesaria para llegar a las raíces de una podredumbre de generaciones que nació con el nacimiento de la República. Por: Fabio Herrera Miniño [hoy]