En demostración de una verdadera actitud y conducta de riesgo tremendamente irresponsable y abusiva, el cuestionado senador reformista, Rogelio Genao, acaba de tirar “un jamón” en el sancocho de la declaración reformista de apoyo a las candidaturas del presidente y la vicepresidente candidatos, Luis Abinader y Raquel Peña, a quienes de golpe y por primera vez, un parcial les arrastra a una lucha insensata anti corrupción y en momentos, que precisamente el gobierno que ambos políticos presiden, empieza a observarse con cierto dejo de corrupción orgánica en sus mismo interior.
Honestamente, no es posible entender que el caradura senador por la provincia de La Vega y tan cuestionado de años por entendérsele protagonista de actos de corrupción y cada uno más escandaloso que el otro, se atrevió por tocar semejante punto tan sensible para cualquier político dominicano, toda vez que hablar de un supuesto desde la alianza opositora Rescate RD “plan para asaltar y secuestrar el erario y al entender que la nación se encuentra bajo amenaza” y en un país en donde por lo menos, el noventa por ciento de sus políticos debe entendérseles de moral muy laxa al momento de manejar presupuestos y dineros públicos, es sin duda, el mayor atrevimiento y osadía que podía esperarse, cuando desde hace más de doce años, tantos dominicanos asumen que ese es el cáncer que corroe al país político.
Para empezar y lo menos que puede decirse, es que, a lo inmediato, el primer efecto, de lo expresado por el cara dura legislador, es recordarle a la ciudadanía, que el partido oficial, es uno y que en lo que va de este cuatrienio, no es justamente un dechado de virtudes y sí por lo contrario, uno de los agentes activos de esa partidocracia criminal y corrupta que tiene bajo secuestro las instituciones nacionales y de la que el senador aludido es uno de sus mayores representativos.
Lo segundo, que con todo y las críticas y básicamente hijas de las encuestas por encargos de todos conocidas, el factor corrupción es simplemente un indicador de determinado malestar cívico, pero y si vamos a ser sinceros, que para nada afecta la intención de voto de ningún votante y al que, en estos momentos, más le preocupan los vaivenes de la economía y la inseguridad ciudadana, que el que sus políticos y administradores públicos sean unos ladrones de tomo y lomo y como en efecto, muchos lo son.
Si así fuera, haría mucho tiempo que el senador Genao debió de haber sido llamado a dar explicaciones y lo que se comprueba, conociendo, que, contra la opinión de sus adversarios políticos y personales, él ha sabido reelegirse y ser un referente de “político adaptable a los tiempos” y lo que es otro tipo de inmoralidad política.
Precisamente por esta realidad, su atrevido pronunciamiento no deberá mostrar ninguna reacción de parte de los dos candidatos que estaban siendo encomiados, toda vez que también él mismo se asume, que es un recurso efectista de un político demagogo y rapaz, que no solo no se tiene respeto así mismo y mucho menos a la nación.
En consecuencia, el rastrero daño político que se creía que podía derivarse de su escandalosa afirmación, es uno, que entendemos se le devolverá como un bumerang a todos los partidos políticos que de una u otra forma son parte de la partidocracia viva e inmoral que atenaza a la nación y sus instituciones.
Y ante lo cual, lo que en realidad Genao ha provocado es recordarles a los votantes, que, en este país, corrupción significa mejora del nivel y calidad de vida de todos los ciudadanos que se dicen partidaristas o de aquellos que en cada gobierno se hacen “merecedores” de ser objeto de privilegios y sinecuras.
Entonces el aludido senador, en realidad y este su grave error de perspectiva, lo que ha provocado y a razonamiento a contrario, es que los ciudadanos que se han beneficiado directamente de los gobiernos desde el 2000 al presente y hablamos de los del PRD, PLD y accesoriamente de la FP y en lo que decididamente hay un nicho de no menos 4 millones de los 8.2 millones de votantes que en el 2024 tendrán muy presente, que su bienestar se lo deben fundamentalmente, a las políticas clientelista de los partidos opositores PLD y FP y generando la crítica -de ahí lo torpe del discurso de Genao- de que frente a los partidos opositores, el oficialista PRM -una derivación del PRD de cuando la Guerra Fría- no ha beneficiado ni siquiera a un millón de sus seguidores, votantes y simpatizantes.
De este modo y si analizamos en frío, el senador Genao habló para beneficiar a millones de dominicanos que no son del PRM o que no se sientan parte del gobierno, con lo que, a razonamiento a contrario, su demagógico discurso anticorrupción, le hará un profundo daño político al oficialismo.
Si se entiende el razonamiento, entonces veremos, que los presidente y vicepresidente candidatos, para nada se referirán a lo expresado tan tendenciosamente por el senador de la Vega y no simplemente para no agitar las avispas, sino porque políticamente y como se está viendo, el llamado discurso anticorrupción, no tiene ningún interés para los votantes y sí que vendría siendo de alto riesgo para el PRM y sus candidatos.
Y la pregunta es una, ¿qué clase de político se es, al tocar un tema, que en los últimos años ha producido más de cien mil millones de pesos por año y para beneficiar a no menos 100 mil familias, de esas de 4, 6 o 10 miembros y que son parte de un universo de no menos 6 millones de personas y quienes con seguridad y por más críticas morales que se les hagan, no van a ceder en lo más mínimo frente a lo que es su mejor forma directa de ascenso social y de mejoría de su nivel y calidad de vida?
Pero hay más, supongamos que ahora mismo en este país, son no más de 10 mil las personas que trabajan o se desenvuelven como periodistas, comunicadores y productores de radio y televisión o analistas de opinión y ahora a más con la explosión de otros cinco mil personas que forman parte del ejército de difamadores profesionales a lo alofoke en las redes sociales y todos, persiguiendo o beneficiándose de ese presupuesto oficial de publicidad y propaganda oficial de más de 8 mil millones de pesos en este año, en donde el ingreso normal mensual bien que puede llegar al millón de pesos, ¿cree el senador Genao, que toda esa gente va a renunciar y porque él lo diga a la corrupción que genera la partidocracia y menos, cuando lo que perciben, es el mejor incentivo para que a su vez le reclamen a los partidos opositores igual o parecido planteamiento?
De ahí que entendamos, que aquello tan demagógico de que la oposición pretende “asaltar y secuestrar el erario”, es decir los dineros públicos, desde la alianza opositora RescateRD, de hecho, es la peor y más torpe amenaza que un político puede hacer, justo en el inicio de una campaña electoral a destiempo y en la que los principales actores políticos, gobiernistas y opositores están rompiendo brazo para ver cuántos adherentes compran y cuantos de todos ellos alquilarán sus votos y siguiendo el rastro de la más terrible ignominia para el honor ciudadano, de tantos y siempre dispuestos y de mil amores a alquilar su libertad de escogencia.
Razonablemente, entonces también hay que entender, que ayer en el acto reformista de adhesión a la reelección, todo iba bien, hasta que salió aquello de un supuesto plan para asaltar el erario y dicho por un senador reformista, que no precisamente puede dar lección alguna de moralidad y transparencia y que le resultará en su peor bumerang. Con Dios. (DAG) 27.11.2023
