Estando en la mañana de ayer en la eucaristía de todos los domingos en la capilla de Punta Cana, se nos acercó a quien escribe, así como a nuestra esposa, una señora de semblante preocupado y lloroso, reclamándonos, que por favor nos hiciéramos eco de su angustia y como la mejor vía para ver si el mismo presidente Abinader se interesara en su problema.
No quisimos saber y por pudor, de que se trataba, pero sí le prometimos que escribiríamos esta nota ofreciendo el detalle: “de que hace tres meses el destacado comunicador José Luis Mendoza, director de la radio televisora la Zeta y en gesto de buena voluntad, ofreció su intermediación para llevar el mensaje – de la dama aludida- al presidente. Luego ha ocurrido, que han pasado tres meses y lo que esperábamos como decisión presidencial humanitaria, todavía no ha sido transmitida hacia la persona que Abinader había señalado y como la situación de mi esposo no es nada aceptable por sus fuertes problemas de salud, temo que pase el tiempo y al final la encomienda no llegue”.
Hasta ahí el mensaje que prometimos, ojalá, que Dios mediante este mensaje llegue a quien va destinado y la dama logre atenuar su aflicción. (DAG-OJO)