Primero fue la terrible campaña injuriosa y difamatoria de la ONG Instituto Duartiano que es subvencionada por el Estado y mediante dinero de los contribuyentes, con 300 mil pesos cada mes y que ha motorizado una campaña terriblemente desinformativa en los mass media y en las infames redes sociales, incitando a la población a que persiga a la población flotante haitiana y a la que califica abusiva y desconsideradamente, de “invasión”.
Luego y siguiéndole, con una ferocidad y odio que espantan, el grupo político ultraderechista, racista y anti haitiano de los Vincho, incitando abiertamente y de la manera más temeraria, porque los dominicanos pasen a vías de hecho contra todo nacional haitiano que viva en el país y trabaje, al tiempo de que como alienados, gritan e insultan a los dominicanos hijos de haitianos con la mal pretendida intención de fomentar la creación de un Estado Dominicano protector de medidas de apartheid.
La secuela de ambas situaciones las tenemos ahora en las vías de hecho que se han escenificado y mayormente en poblaciones de trabajadores haitianos en provincias cañeras o fronterizas. Por un lado, que por cada haitiano delincuente que cometa un hecho sangriento, de inmediato se incite a los vecinos dominicanos a perseguirles, quemarles sus viviendas y sacarlos violentamente hacia su país y lo más abusivo, sacar de las escuelas a los estudiantes de origen haitiano o haitianos propiamente dicho, porque supuestamente “le quitan espacio” a los estudiantes dominicanos.
A todo esto, en el Gobierno no se hace absolutamente nada para impedir este tipo de persecución criminal anti-derechos humanos y que está creando el terrible fenómeno que tanto advertimos, de que los haitianos, al ver que se les señala y acusa por donde quiera, han empezado a armarse y a violentarse contra el ejercicio de la ley y de parte de una autoridad que no entiende que les protege.
Las escenas que los medios narran y los hechos abusivos que Migración escenifica por todo el país, son de una dimensión tan alarmante, que no entendemos por qué la sociedad civil, las fuerzas vivas, la ciudadanía e iglesias y organizaciones comunitarias no se alzan exigiendo de las autoridades un comportamiento ajustado a derecho.
Lo segundo, el pretexto que quienes manejan la geopolítica desde EEUU han creado y al apoyar a un empresario haitiano que está financiando la construcción de un canal de desvío del limítrofe río Masacre y con el objeto de que sus aguas no lleguen a República Dominicana y con lo que el Estado Haitiano estaría violentando acuerdos binacionales y tratados internacionales suscritos por los dos Estados.
¿Qué es lo que se pretende? Presionar al gobierno del presidente Luis Abinader a que participe militarmente en la anunciada ocupación internacional de Haití “para librarle de la pandillas” y que al generar una confrontación, que por obligación debe y tiene que llevar a este país a parar a la fuerza semejante ilegalidad, terminaría y por la situación bélica que se genere, que este país tenga que suspender la actual precampaña electoral y con el solo propósito de que se suspendan las elecciones de febrero y mayo de 2024 y de esa forma y a ese momento, atacándose desde el exterior a este país como criminal estado apartheid, afectar su legalidad y legitimidad como estado de derecho y con el solo interés de que la ocupación de Haití se extienda al territorio nacional.
De lograrse toda esta barbaridad que esbozamos y no que elucubramos, Abinader sería colocado entre la espada y la pared y si se resiste, hasta removerle del gobierno constitucional o si apoya la invasión militar disfrazada de ocupación, obligarle a conformar un régimen civil y militar al estilo Bordaberry en Uruguay.
Increíblemente, la clase intelectual de este país y el conjunto de los medios de comunicación y de información parapetados como concentración de medios en pocas manos. léase, Corripio, Rainieri, Estrella y los dos primeros de origen español e italiano y el resto con la careta de la Asociación de Diarios, para nada se pronuncian advirtiendo y criticando los escenarios arriba descritos y los que como nunca, entendemos que podrían ocurrir con toda certeza, o lo peor, que la “geopolítica” incentive al mismo tiempo un levantamiento interno de haitianos viviendo aquí y de formación castrense, como señuelo para que nuestro ejército actúe y entonces desde fuera, criticársenos con base “por el genocidio que los dominicanos perpetran contra los haitianos”.
Por lo que hasta ahora hemos visto, toda la cadena de diatribas, desinformación y odio anti haitiano que se está queriendo inculcar a los dominicanos y ahora a más con lo de la crisis artificial del canal de desvío de aguas fronterizas, si no se detiene y se deja y a estas alturas, con complicidad gubernamental en razón del vasallaje que Washington le tiene al gobierno de Abinader, llevará a la nación hacia un terrible callejón sin salida, que cuando el primer disparo suene, la vida humana no valdrá absolutamente nada y por la ola de odio que se habrá generado entre las poblaciones de los dos países.
Y si como toda la probabilidad anterior fuera poca, ahora y ya como tercer paso en contra de esta nación, se presenta la promoción de un concurso de belleza local para enviar candidata ganadora al Mis Universo de este año en El Salvador y sin importarle violentar la ley y peor, la Constitución de la República en materia de la nacionalidad, se quiere imponer una nacionalidad “dual” que abarque a los extranjeros de origen dominicano y como ciudadanos superiores a los dominicanos de nacimiento y origen que no han cambiado de nacionalidad.
Con esa pretensión y con el silencio y complicidad del gobierno y desde el ministerio de Turismo, se aceptó que fuera electa una candidata no dominicana cuyo único merito es que nació en el exterior de padre inglés y madre dominicana que a su vez es nacionalizada inglesa y para que vaya en “representación de la mujer dominicana” y lo que de suyo no podría haber una afrenta mayor.
El gobierno y hasta ahora, a permitido semejante acto injurioso contra la mujer de este país y lo que sucede, porque entre los estadounidenses de origen dominicano y los dominicanos de tercera generación de origen árabe y quienes son los que ahora están en el poder, parecería que se han empeñado en destruir nuestra nacionalidad y lo que es absolutamente inaceptable como abusivo.
Concluimos entonces y esperando que nuestras advertencias encuentren eco entre los ciudadanos que realmente influyen en las altas decisiones de la vida y gobierno de este país y como el aporte de un medio de comunicación y su ejecutivo principal, dominicanos de nacimiento y origen, sentimiento y acción y sin ser fanáticos de nada, pero sí con un amor inmenso hacia su patria y nación y advirtiendo sobre estas tres situaciones de Estado realmente críticas y altamente peligrosas para la continuidad de la gobernabilidad y la existencia de la nacionalidad dominicana. Con Dios. (DAG) 08.09.2023
