El grave cáncer que corroe el llamado sistema democrático dominicano, radica en el hecho, de que cerca de veinte formaciones políticas inorgánicas o de alquiler, que como supuestos partidos, son utilizados en su peculiar compra y venta, por los partidos grandes con representación congresional y municipal y para hacer bulto y hacer creer, que en verdad forman una gran coalición de partidos representativos “de la voluntad popular”, fueran dizque la expresión de la libertad de escogencia ciudadana, cuando no es así.
Sino que son la muestra vergonzosa de hasta donde a llegado la corrupción política y que la misma Junta Central Electoral como el Tribunal Superior Electoral y apoyados por el Tribunal Constitucional, les roban a los ciudadanos en capacidad electoral, su libre albedrío para decidir y escoger, quienes serán los que les representen cada vez que haya elecciones.
Recién acaba de suceder, que el partido la Fuerza del Pueblo (FP), tercera agrupación política entre las llamadas “grandes”, alquiló los servicios del que se presume armador de alianzas de pura estafa y con el propósito de embaucar a la mayor cantidad de ciudadanos, con la presentación de “un bloque de diez partidos reconocidos” y para apoyar supuestamente las aspiraciones electoralistas del taimado expresidente Leonel Fernández.
En realidad, se trata de un conjunto de tránsfugas con supuesto apoyo legal y cuyo propósito, es impedir que las mayorías nacionales expresen por sí mismas a quien o quienes favorecerán para las elecciones de mayo de 2024. Semejante estafa colectiva, no debe ser apoyada y mucho menos por medios de comunicación y de información de masas genuinamente defensores de lo que debe y tiene que ser un legítimo estado de derecho. [OJO]
