Lógico, que, si el presidente electo quiere reunirse con sus dos principales contendores y para tocar temas de Estado, para el primer mandatario la reunión se hiciera cuanto antes y mucho más, que hoy el gobernante parte a Italia y Portugal en una visita mixta de Estado y Familiar.
Hasta ahí, el cálculo probabilístico nos dice, que la razonada prisa de Abinader, debía ser una, que, del lado de sus invitados, no tuviera la misma rapidez, por lo que no debió extrañar, que desde la Fuerza del Pueblo (FP) se expresara, que por el lado del expresidente Leonel Fernández, la misma debía posponerse y porque el expresidente contrajo una sorpresiva gripe.
En paralelo y no obstante que desde la oficina de su pasado candidato presidencial, Abel Martínez, en principio había dado su aprobación para reunirse, no fue menos, que tan pronto se conoció el aparente “pesar” que aqueja a Leonel, que raudo, el aparato político del PLD también hubiese formulado un razonamiento político del tipo de creíble y la cita “política institucional” también se hubiese suspendido, pero no así la privada entre Abinader y Abel y de testigo la mujer de este último.
Hay que suponer, que como Abinader retorna el domingo, el escenario haya quedado pospuesto y también en principio para el lunes y con lo que se da un tiempo oportuno para que ambas entidades políticas opositoras y cada una por su lado, se dé el tiempo razonable y para saber que respuestas darle a un presidente victorioso, que, sin duda, quisiera darles jaque mate a sus obstinados opositores.
Por lo tanto, la posposición de ambas citas hay que verlas como la reacción lógica, de políticos opositores, quienes saben muy bien, que con todo y haber perdido frente a Abinader, por el peso de ese 46 por ciento de abstención que surgió de los comicios, los dos derrotados candidatos presidenciales, no es que estuvieran desprovistos de la calidad de contrapeso político, frente a un gobernante, cuyo partido se mostró y para decirlo suavemente, impúdicamente avasallante.
Si lo anterior se razona, luce lógico que la invitación presidencial haya sido pospuesta y que para el gobierno del PRM viene siendo un aceptable alivio, toda vez y esto hay que entenderlo y no olvidarlo, que una cosa son los intereses propios del presidente electo y otra, aquellos que mueven, tanto a los popis del régimen como a los capitostes del partido y mucho más, cuando todavía se desconoce cuál es la reflexión que ya debió de haberle hecho a su círculo, el expresidente Hipólito Mejía, de quien se supone que ahora y habiendo fallecido el padre de Abinader, viene siendo lo más parecido al “líder moral” del PRM.
Mientras tanto y de cara a los intereses permanentes de la nación, sabemos que áreas de poder fáctico como empresarios, banqueros y alto comercio y tan pronto supieron de las dos reuniones, motorizaron reuniones “tácticas” y de esas de cuando los grupos de poder privado son sorprendidos fuera de base.
Consecuentemente, a todo el mundo les ha convenido la posposición ya conocida. Además, y en lo que respecta a Abel, era lógico que si su partido y sus dos autoridades principales, su presidente y su secretario general, desconocían de la y como las llamaron en un comunicado de prensa, “supuesta reunión”, el excandidato Martínez tenía que declinarla.
De ahí, que tampoco haya que crear un ambiente de gallera con unos peledeístas que todavía tratan de curarse sus heridas electoralistas, pero y quienes, con toda razón, sienten que la invitación presidencial y en lo que a ellos toca, es una dirigida a afectarles sus lastimados estados de ánimo y hasta si se quiere, pretendiéndose que su excandidato presidencial se dejara ver y ojo desde el punto de vista del aparato partidario, con una independencia de criterio, que al menos, todavía no tiene tiempo ni razones para prodigarlo.
Claro está, nadie es tonto y el paso dado por Abinader, fue justo y dirigido a escandalizar y crispar el ámbito del PLD, no tanto el de la FP, que, de entrada, en todo el país político se sabe que Leonel se maneja como caudillo y que lo controla con puño de hierro.
De entenderse esto, lógico que se suponga y en lo que hay que darles razón a los miembros del comité político peledeísta, que por lo menos cautelarmente hay que poner tierra de por medio y hasta que se tenga una posición razonada de como Abel deberá hablar y comportarse frente a un Abinader, que actuando a lo Balaguer no va a perder oportunidad de ver como se lo gana.
Sin embargo, Abel aceptó anoche la reunión con el presidente y lo hizo reforzando su imagen, ganada en las elecciones, de ser en estos momentos el único líder peledeísta respaldado por más de 400 mil votantes, en tanto el PLD y su presidencia, la derrota que los acompaña es tan significativa, que no menos de un millón de seguidores no salieron a votar y como grave testimonio de una oposición silente y firme al viejo liderato partidario.
En definitiva, nada nuevo bajo el sol dominicano y sí parte de los rejuegos marrulleros de nuestros políticos. Ahora bien, las elecciones ya pasaron y cada fuerza política conoce en que punto quedó y por lo tanto, el protagonismo institucional de Abel como candidato presidencial ya terminó y ahora, aparentemente y en lo institucional, está supeditado a lo que decida el comité político del PLD y ni hablar de Danilo, sanjuanero barriga verde graduado en miles de escaramuzas políticas de aposento como de campo abierto y desde sus tiempos de terrorismo blando en el grupo terrorista comunista del PACOREDO y quien ahora y como gato boca arriba, pelea para que se le entienda que es el único y verdadero jefe del PLD y ahora por “herencia” y antes de facto.
Analícese, que si se tiene este último parámetro en cuenta y el monto regular y firme de los votos que Abel obtuvo gracias a su popularidad, no es verdad que quienes junto con Danilo mandan en el partido morado, se van a permitir y como partido golpeado por unos resultados comiciales casi de fraude o desfalco, que el PLD iría a la reunión propuesta por Abinader sin antes mostrar una posición compacta y sin que el excandidato presidencial sea instruido correctamente y en lo radicalmente pertinente, de que supuestamente Abel no tiene poder decisión, que no es el caso de Leonel. No obstante, Abel desafió al aparato partidario y quienes, como excandidatos presidenciales, se reunió con Abinader y en a reunión extremadamente distendida y de tender puentes de hora y media.
Fuera de la crispación política y desde el punto de vista de la nación y sus fuerzas vivas, sociedad civil, etc., hay que ver con simpatías la propuesta de Abinader y como paso previo a lo que debería de ser un entendimiento táctico y en puntos, que luego puedan servir de base en aspectos de Estado a las discusiones de los jefes políticos, pero sin golpes bajos y tampoco trampas.
Entonces, que Leonel se mejore y que en el PLD los ánimos se sosieguen y que Danilo, que es un político de tremenda cabeza fría, decida en sus íntimos silencios, cuál el mensaje que debe tener como PLD y ante un Abel -ungido como nuevo líder nacional del PLD gracias a los votos que obtuvo y que es el meta mensaje de Abinader al reunirse con el también santiaguero- y que Danilo deberá de tener en cuenta de ahora en más y de llegar a una futura reunión presidencial y si esta se diera y todos respiraremos tranquilos.
Y mucho más, sabiendo que una gripe oportuna pospone reunión entre Abinader y Leonel, mientras que una pataleta de Danilo impide que la reunión política programada entre Abinader y Abel se pudiera dar dentro de un clima distendido. Con Dios. (DAG) 24.05.2024
