martes, febrero 11, 2025
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¿Vamos de atrás para adelante o simplemente nos estancamos y con una clase gobernante que fomenta los antivalores y una partidocracia que solo entiende de corrupción y destrucción de la moral social?

Para el 1978 y a resultas de que el dañino Partido Revolucionario Dominicano (PRD) había retornado al poder por dos periodos y hasta el 1986, un amplio sector nacional guardaba reservas por su conocida incapacidad e incompetencia en la dirección de la cosa pública. Se dio la situación de que, para evitar males mayores, hubo la acción preventiva reformista de bloquear que ese partido tuviera el control de las cámaras legislativas y como garantía de que, si algo salía mal, no se repetiría el fracaso del 1963.

Recordemos, que para el lapso 1962-1966 el PRD del exilio y con Juan Bosch había llegado al poder, pero haciéndolo tan mal, que su ineptitud provocó en septiembre de 1963, un golpe de Estado, dos gobiernos de facto y una revolución y de esta un gobierno provisional, convocatoria de elecciones y de vuelta a la constitucionalidad con el gobierno de Balaguer (1966-1970).

En consonancia con esa creencia, colocamos en nuestro tele radio periódico Tribuna Libre, a ese momento, el medio electrónico dueño de una audiencia monstruo, un jingle y en el que se decía, que el nuevo gobierno extremadamente populista era “un cambio para adelante y otro para atrás”, mientras lo poco de prensa independiente profesional se apandillaba en nuestra contra y sirviendo de cómplice y al momento de que el PRD y el gobierno del presidente Antonio Guzmán, nos prohibió el uso de cualquier tipo de medio electrónico y debiendo irnos a la clandestinidad y de la que salimos cuando el tres de enero de 1979 DAG se presentó ante el magistrado fiscal distrital, Julio Ibarra Ríos y para encarar de una vez y por todas la persecución oficial y mediática  y de la que solo salimos como efecto del viaje que hiciéramos y antes de la persecución, a Washington, donde denunciamos en sus altos círculos sobre la persecución que se nos tenía y por ese hecho y violándosenos todos nuestros derechos, al retornar, se nos dio de cárcel y durante año y medio, nuestro domicilio familiar.

Se recuerda que en ese lapso, aquella prensa vil nos relegó a su ostracismo, hasta que un día, el propio presidente Guzmán se dio cuenta de que no habíamos emitido ningún tipo de declaración en su contra y tampoco de su gobierno y como muy bien reconociera su hija, Sonia Guzmán, entonces un alto cargo del régimen y de lo que supimos, cuando el coronel Oscar Padilla, director del DNI a ese momento, nos visitara a instancia de Guzmán e hiciera saber que podíamos desenvolvernos libremente e incluso, si también queríamos volver a nuestro medio estábamos en libertad de hacerlo.

Todavía más y lo que revelamos ahora por primera vez: Guzmán pagó el costo de la reproducción del análisis que publicamos en nuestra revista Momento un año antes de llegar al poder y el que quería que se difundiera más y que decía: ¿Es o no haitiano el doctor Peña Gómez? y que a instancia del doctor Ornes, fue publicado en la sección del lector de su respetado matutino El Caribe y que pagó el espacio el secretario de Estado sin Cartera, Milton Ray Guevara. Aparte de que se distribuyó en hojas sueltas por toda la capital nacional.

Agradecimos el gesto en cuanto a que el gobierno quería que hiciéramos vida normal y decidimos tomarnos un tiempo de reflexión y que nos llevó en los años siguientes a iniciar nuestros estudios de Derecho y a cuyo término y ya en el segundo gobierno del PRD del presidente Salvador Jorge Blanco y más por el lazo familiar de primos, que por la política (el PRD no dejaba de perseguirnos) volvimos a la vida pública en el matutino El Sol, cuyo dueño puso como condición, que el gobernante le hiciera secretario de Estado sin Cartera y como en efecto sucedió.

De ahí en adelante, el ejercicio del periodismo nos ocupó nuestro tiempo, pero ya en una situación de semi legalidad y con un PRD menos arisco y lo que provino del momento que le hiciéramos saber a su secretario general, el doctor Peña Gómez y por via del radiodifusor Simón Bolívar Rosario, que áreas del gobierno de Guzmán querían matarlo y lo que le impulsó a sostener con nosotros un dialogo solitario en la radio estación de casi dos horas y media.

Pasado el tiempo y ya con la vuelta de Joaquín Balaguer (1986-1990) al poder y del que a ese momento estábamos distanciados y debido a que le habíamos sometido ante la Suprema Corte de Justicia, por prevaricación y al conocer por informes secretos que Jorge Blanco nos hiciera llegar y que después retiró, que aquel exprimer mandatario aparecía con una cuenta bancaria a su nombre en un paraíso fiscal del exterior. Actitud y que confesamos ahora y también por primera vez, lo hicimos en represalia porque Balaguer impidió nuestra candidatura a diputado por nuestro natal Santiago en el 1982 y después de habernos tenido año y medio en campaña electoral y sufragada por nuestros propios medios y donaciones.

Ciertamente que hay que decir que el retorno de Balaguer al poder y que se extendió hasta el 1996, fue lo mejor que pudo ocurrirle a la República, pues restableció la gobernabilidad uniforme que aquel estadista sabía desarrollar, aparte de que nuestras relaciones personales se habían normalizado y que es un ejemplo de lo que siempre hemos dicho, respecto a que en política como en los negocios, no se ama al amigo y tampoco se odia al enemigo, pues los intereses son los que siempre priman.

Ante la salida de Balaguer en agosto de 1996 se estableció y con el triunfo del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y la presidencia de Leonel Fernández, obtenido gracias al apoyo del PRSC-Balaguer, pero teniendo Leonel de supervisor al comité político y en la persona de quien fungía como presidente tras bambalinas, el exdiputado, Danilo Medina Sánchez, se inició el primer gobierno postBalaguer que tuvo en su haber la continuidad del neobalaguerismo e iniciando un proceso positivo de reestructuración de la administración pública.

Pero en el 2000, con la derrota de la candidatura de Danilo, que en cierto modo fue alentada indirectamente por Leonel y por el ajuste de cuentas del principal líder opositor, Balaguer, quien tenía una fuerte mayoría parlamentaria, el líder reformista apoyó al perredeísta Hipólito Mejía (2000-2004) y ganando este último los comicios.

Con Hipólito llegó la debacle, el retroceso institucional absoluto y la más brutal pérdida de nivel y calidad de vida y provocando una fenomenal quiebra bancaria de cuatro bancos e incluido el primero privado y de corte desarrollista y que fuera el contrapeso al desastre económico que Hipólito había producido.

Precisamente por semejante retroceso, los electores y aterrorizados, salieron en tropel para las elecciones del 2004, sacaron del poder al PRD y se lo entregaron de vuelta al PLD y con un Leonel presidente, que para esta ocasión ya era un presidente de valer propio y quien encauzó una dinámica política desarrollista y con el auxilio del comité político de su partido y este último motorizado por Danilo.

El retorno del PLD marcó hasta el 2012 un periodo gubernativo sumamente positivo, pero con un Leonel endiosado a lo absoluto y que continuó con el nuevo gobierno 2012-2016 de Danilo Medina, quien ganó la reelección hasta el siguiente periodo 2016-2020. Fueron dos gobiernos caracterizados por una robustez en el crecimiento de la infraestructura pública, pero con un nuevo sesgo de endiosamiento de parte de aquel primer mandatario, que terminó hundiendo al PLD en una derrota más que humillante y de manos de un PRD, ahora con el nombre de Partido Revolucionario Moderno (PRM) que venía por todas para cobrar agravios por todos sus años fuera del poder.

Por eso y con su retorno de nuevo al poder en el 2020 y el PRD como PRM y gracias a una escaramuza propagandística, este medio ya estaba en alerta ante lo que DAG entendía que se presentaba la peor amenaza contra la institucionalidad y el inicio del proceso de degradación moral de la clase política.

Así se llega al  2020, con la juramentación como presidente de Luis Abinader, economista y mercader de origen árabe por parte paterna y haitiano por parte materna y quien, como presidente sin experiencia gubernativa, se dejó manejar por el expresidente Hipólito Mejía, quien de golpe y sin proponérselo, retorno al poder controlando prácticamente la mitad del gobierno.

Abinader llegó al poder gracias a una falsa burbuja mediática y en razón del uso abusivo de los recursos públicos, ganó, mejor dicho, compró las elecciones que le dieron su reelección para el presente periodo 2024-2028, lapso en el que ahora se está y el que para sorpresa de todos, hizo lo que mejor el PRD sabe hacer: Irse contra el país y hundirlo en un retroceso descomunal, que ya genera una enorme inconformidad social y teniendo a su lado y costo un aparato mediático y de propaganda, totalmente desacreditado.

Abinader, quien en el fondo parece ser una buena persona, pero que como gobernante, francamente es un desastre y por el hecho capital, de que su partido no le ayuda e Hipólito se ha vuelto su conspirador impenitente, obligándolo a vivir improvisando y en la confusión generada, ahora dando palos de ciego contra supuestos enemigos mediáticos fundamentalmente en las redes sociales, parecería, que a este día, se ha dado cuenta de que tiene y por obligación, que generar un amplio cambio en el tren gubernativo gubernamental y si en verdad quiere recobrar la confianza popular.

El PRM ha hundido, a Abinader, es decir, a su gobierno-partido, en lo peor del narcotráfico, la corrupción y el desvío de los fondos públicos, el lavado de activos y metido de lleno en lo más negativo de una burbuja mediática creada para enriquecer a los periodistas, comunicadores y propagandistas a su servicio. Por lo que se sabe, parecería que el presidente, está pensando cómo salir del maremágnum que el PRM e Hipólito le han creado y por eso y ahora, la ciudadanía tiene grandes expectativas con su esperado discurso para el 27 de febrero. Sin embargo, la traición acecha, pues a raíz de que el Tribunal Constitucional emitiera la sentencia TC-0788-24, ahora el PRM y vía el presidente del Senado, habla de que emitirá una ley que le reste calidad a la sentencia emitida y la que constitucionalmente no es susceptible de ningún recurso.

¿De qué se trata o más bien, que es lo que está en juego? Que como la sentencia aludida privilegia el voto del ciudadano independiente y sus candidaturas y frente al voto de los partidos via sus simpatizantes y los partidos están ahora contra los ciudadanos, si la presidencia del Senado pretende dar el paso, automáticamente pondría en peligro el sistema democrático y por ende, el gobierno del mismo Abinader, toda vez que la reacción popular sería contraria a tal pretensión de la partidocracia. De ahí lo importante del discurso presidencial del 27 de febrero.

Ahora, la esperanza general es, que el presidente rectifique y salga de todo el daño que el PRM e Hipólito le han hecho y comenzando, porque haga un nuevo gobierno no partidista y sí nacional. Muchos creemos, que sí lo hace, Abinader logrará la oportunidad que lo mejor de la nación ansía y porque también, no hay nadie sensato que no quiera otorgarle el beneficio de la duda y que desea que enrumbe bien al Estado.

Justo por semejante expectativa es que preguntamos: ¿Vamos de atrás para adelante o simplemente nos estancamos y con una clase gobernante que fomenta los antivalores y una partidocracia que solo entiende de corrupción y destrucción de la moral social? Con Dios. (DAG) 31.01.2025

 

 

 

 

 

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