Siempre ha sucedido que tan pronto el ser humano comienza a organizarse, los grupos sociales siempre comienzan como pequeñas células mafiosas totalmente desarraigadas y hasta que entre sus responsables aparece una voluntad férrea que le da orden y sentido de autoridad vertical y obligando a que en determinado tiempo solo haya jefes y siervos.
La transformación es tal, que inmediatamente comienzan a darse o surgen nuevas formas de gobiernos y con el solo propósito de cada uno imponer sus reglas y hasta que el más fuerte se le impone a todo el mundo.
Si se mira el nacimiento y discurrir del Estado Dominicano, se verá que el mismo es la típica estructura mafiosa importada de Europa y básicamente desde el sur de Italia, que con los años evoluciona y hasta que su dirigencia es lo más parecido a una casta mafiosa, que haciendo conciencia de su poder, logra secuestrar instituciones, crear leyes, imponer presidentes y gobiernos, organizar policías y seguridad y generando paralelamente una gran estructura de negocios y empresarial, que con el correr de los años, de tan grande y al tener el monopolio del dinero, se le impone y por cobardía de sus ciudadanos, a la misma nación.
De esa manera surge el gobierno central y los municipales, la administración pública, el control judicial …y el poder sancionador de las mismas mafias originales, insertas dentro del supra poder mediático, que con los años se convierte en más totalitario e intransigente y creyendo de a verdad que es el amo de la atrapada opinión pública.
En realidad, todo se trata de apariencias, pues, en definitiva, el poder económico y financiero, no solo que se les impone a todos, sino que ciertamente los aplasta y por buen tiempo parecería que vence. Es por eso por lo que desde el 1800, ha habido determinadas familias, una primera italiana, luego detrás, otras españolas y desde el 1970, otra italiana de inmigrantes de segunda generación y aliada a organizaciones mafiosas del área sindical estadounidense y la que, en los últimos 50 años, ha alcanzado y en mañas, poder y dinero a las de 1800 y las otras de cien años luego.
Podría decirse, que esas familias son el cuerpo estructural del poder económico y financiero y ahora a más, convertidas en el gobierno en la sombra que desde el Consejo Nacional de Competitividad tiene el control absoluto de la vida nacional.
¿Cómo ha podido surgir tanto poder económico y político en pocas manos?, por esa mentalidad dominicana de servilismo puro y adocenada en extremo, que calculó mal y creyendo, que, si se entregaba de pleno a las llamadas diez familias, se garantizaría un sistema de vida por el que la servidumbre le diera garantías de supervivencia, así como de poder usufructuar ramalazos de poder político real.
Paradójicamente, la Era de Trujillo (1930-1961) fue la levadura de la actual mega estructura del estado mafioso en que ha sido convertido el Estado Dominicano y no por Trujillo y sí por sus testaferros, quienes después del asesinato del hombre fuerte, saquearon hasta lo indecible toda la amplia como gigantesca y prospera estructura económica, industrial y financiera creada por los emprendimientos creados por Trujillo, quien como hombre de negocios y de Estado, fue un excelente y diestro administrador.
Estas familias delincuentes y con sus gobiernos del Consejo de Estado y los del Triunvirato, son las que le dan cuerpo al Estado Dominicano actual y el que se revitaliza y evoluciona con la importación de grupos mafiosos nuevos hijos de los bajos fondos de EEUU y específicamente de Nueva York y provenientes de ese amplio componente de hijos de inmigrantes dominicanos allí.
Para los años 80 y con el impulso feroz de los gobiernos del PRD de los años 1978-1986, las viejas familias se encuentran de pronto con el surgimiento de una fuerte variable delincuencial en la que se hermana el narcotráfico, el contrabando de armas y mercancías y la evasión fiscal y con una notoria estructura delincuencial de lavado de activos y el saqueo absoluto de los recursos y bienes públicos.
A partir de ahí, la República cambió al completo y el Estado Delincuente ha sido dirigido por una verdadera estructura mafiosa, que apoyada en la fase del proyecto militar estadounidense del internet originado en el 1960, entró a tambor batiente en la vida nacional para el 2000 con la explosión de las redes sociales y hasta llegar a lo de ahora, el poder paralelo de las redes sociales y los influenciadores y teniendo dominio en dominicanos de 15 a 35 años, quienes ya disputan hegemonías a los poderes establecidos.
Pero la constante delincuencial no cedió, sino que aumentó a más y ya mismo, adultos jóvenes de menos de 45 años disputándole influencia y poder a adultos mayores de 50 a 80 años, quienes desde el 1800 en iniciada la década de los años setenta del pasado siglo, sus ancestros crearon las bases para que ellos dominaran a este país como una especie de gran familia mafiosa.
Solo hay que ver el fuerte choque de intereses, que ha significado, que “el capital tradicional”, por primera vez siente el desafío de estos nuevos delincuentes jóvenes y quienes apoyados en una juventud de inmigrantes y un poder económico nuevo, han logrado penetrar en sectores que antes solo eran para el capital tradicional y generando una fuerte lucha generacional, por la que los capitales viejos y a regañadientes han tenido que asimilarse al nuevo capital hijo de inmigrantes criollos y hasta aceptarlos como parte suya.
En este sentido la situación es surrealista y por lo que estamos viendo y con un gobierno dividido entre los dos sectores, parecería que dentro de 25 años, hablamos del 2050, toda la generación vieja desde el 1930 al presente y por simple biología habrá tenido que morir y quedando estas generaciones con las que están naciendo ahora, dueñas de un destino nacional que solo compartirán con los dominicanos de este siglo y viéndose, que todos los jóvenes de cuarenta a cincuenta años, quienes en el 2050 rondarán entre los 65 a 75 años, deberán acelerar el paso y si los nuevos dominicanos de 25 años en el cincuenta, que seguramente tendrán más ambición y garras, se deciden por arrebatarles poder y riqueza.
Lo que quiere decir, Que Abinader tendrá 82 años, Hipólito habrá muerto y si estuviera vivo, tendría 109 años; Leonel contaría con 96 años y Danilo 98 años y que, si le sumamos a la generación de ahora, cuyos miembros tendrán 65 a 75 años, nos encontraremos, que la República quedará en manos de una generación de este siglo y con un promedio de edad de 25-30 años. En cambio, Carolina contará con 80 años, Santiago Matías (Alofoke) con 68 años y Omar con 59. Obvio que el futuro será de estos dos últimos y quienes parecidos a ellos tengan 18 a 55 años.
A ese tiempo y aquí el pero, si el Estado Dominicano continuara con su estructura delincuencial hija del pasado, nada impedirá que un nuevo país surja y a jacha y machete, le arrebate de pleno su nación y para crear otra y más ajustada a un mundo de países o naciones binacionales y multinacionales.
Justo y porque así lo entendemos, es que decimos, que cuando los empresarios actúan como mafiosos y los políticos son corrompidos, los negocios y la política del poder van mal y todos pierden y la República se convierte en una sociedad de mafias y lo dice un adulto mayor de 81 años, que nunca verá, la República Dominicana nueva, de dentro veinte y cinco años. Con Dios. 13.04.2025