La peor falla de la idiosincrasia dominicana se tiene, en ese afán del mismo dominicano y en particular cuando vive en el exterior, de perseguir y denunciar a otro dominicano en el departamento de migración del país en el que se encuentre o que, en su propia nación, persigue y estigmatiza, a otro dominicano que sea vecino suyo y simplemente, porque el otro muestra un nivel y calidad de vida mejor que el primero y lo que también es típica herencia ibérica.
Lo mismo ocurre entre ciertas lenguas viperinas de la supuesta “izquierda” y “comunistas de cuando la Guerra Fría” y ahora disfrazados de “socialdemócratas” y para deshonra de sus antepasados, yanquistas de nuevo cuño. Recién, una de esas voces mentirosas y en entrevista a la agencia Efe, se refirió, a lo que llamó “masacre de miles de haitianos por Trujillo”.
Cuando en realidad, lo que en el 1937 ocurrió, fue que individuos provenientes de la clase media formada en la dictadura y a la cabeza, la entonces gobernadora de Montecristi, la exsenadora Isabel Mayer, se dieron a la tarea de hacerle ver al dictador, que “los haitianos nos están invadiendo y ya Santiago es casi de ellos y el comercio también y para colmos, su moneda es la que circula en el occidente de la República”.
Y quienes aprovechando una visita de Trujillo a Elías Piña, donde el gobernante era agasajado en el club social de allí, las voces anti haitianas aumentaron el tono y hasta que lograron que el Generalísimo y pasado de tragos, diera la orden de “expulsarlos a todos” y lo que, en tres días, no menos de 3 a 5 mil individuos fueron pasados a cuchillo por alcaldes y ayudantes y guardia campestres cañeros, no el Ejército y como también tan falsamente se ha querido hacer ver.
¿Cómo se sabe de estos números?, porque en rueda de prensa dada por Trujillo en el Palacio Nacional y a una pregunta de un corresponsal de la agencia AP, que inquiría respecto a cuál era la cantidad exacta de muertos y aclarando que hacía la pregunta, porque sus fuentes le indicaban cinco mil personas. Trujillo y airado, le interrumpió diciendo, que “cinco mil no, son treinta y cinco mil” y a partir de ese número, los exiliados antitrujillistas tomaron la cifra y para que le diera veracidad a los muertos de aquel tan bárbaro como incalificable hecho. A todo esto, lo dicho por el dictador, tampoco se correspondía a la realidad, sino que Trujillo entendía, que con ese número lograba impactar mucho más a la opinión pública internacional y lo que fue su otro gran error.
Por cifra tan irreal, Trujillo debió reparar el daño hecho y nada menos que con 750 mil dólares de entonces y la entrega de más de 500 mil tareas del territorio nacional en su parte noroeste y por lo que sí debió de haber sido condenado por traicionar a la nación.
Sin embargo, la boquita mentirosa que dirige el museo citado no refiere y hay datos registrados, que familias dominicanas enteras y en esos mismos días de aquel sangriento como bochornoso hecho entre septiembre y octubre de 1937, salvaron no menos de 15 mil ciudadanos haitianos entre adultos y menores de edad y con lo que gracias a Dios, esas familias con sus cristianas actuaciones salvaron el honor nacional.
Ahora bien, la demostración más palpable de que la directora del Museo mencionado miente, está en el hecho, de que desde el 1937 a este 2022, lapso de 85 años, NUNCA en ninguna parte del territorio nacional han sido descubiertas fosas de ninguna especie y que es el mentís más firme, a la mentira continua que ha significado la narrativa mentirosa sobre esos hechos, de suyo, tan vergonzosos los primeros, pero de orgullo por los segundos.
Es una pena, que dominicanos, que por amor a su país no deberían estar prestándose a propagar falsedades contra nuestra República y como lo es esa de la supuesta “matanza perpetrada por Trujillo” y que, en el caso de la directora del museo aludido, Luisa de Peña, los datos que corren, también hablan de que ancestros suyos participaron en los hechos que ella magnifica con intención dolosa, se presten a ensuciar el buen nombre de la nuestra nación.
Pero y que a nuestro modo de ver desmiente de pleno a los propagadores del infundio, es que después del 1937, ni uno solo de los haitianos que el primer censo de población y familia del 1920 registró de 20 mil haitianos residentes legales en nuestra nación, ninguno se marchó hacia Haití y por el contrario, casaron o se unieron con dominicanos y creando familias dominico-haitianas que hoy tienen cinco generaciones y estas, prácticamente todas, de ciudadanos dominicanos de origen haitiano.
También hay algo más, que desde el 1961 hasta este año y hablamos de 61 años corridos, República Dominicana ha sido receptora de más de un millón de ciudadanos haitianos, de los que las últimas estadísticas apuntan, que más de 235 mil son residentes legales y el resto indocumentados, pero en vías de completar sus documentos migratorios ¿y esto que significa? Que, si como la directora del museo mencionado y de mentirosa, hubiese dicho la verdad sobre lo del 1937, no es verdad que tantos haitianos fueran residentes o indocumentados en nuestra nación y que hubiesen más de 300 mil que ya componen familias de dominicanos de origen haitiano y que son tan dominicanas como cualquier otra de origen ibérico o europeo, árabe o judío u otomano.
El tiempo pues, genera el más firme desmentido a la grosera mentira que la señora De Peña y de abusadora, le dijo a Efe, agencia informativa, que por cierto y como todos los demás medios españoles, nunca ha escondido sus prejuicios contra nuestro país y los dominicanos y motivado, a que cuando en España se pasaba hambre y carencias inimaginables (guerra y posguerra) fue desde este país y primero que la Argentina, el que envió grandes cargamentos de alimentos, a la par que acogió y de un golpe, más de 10 mil inmigrantes y cerca de mil republicanos enemigos de Franco y a todos se les dio cobijo, trabajo y recuperación de su dignidad.
Es por eso, que entre indignados y llenos de coraje, decimos, que de mentirosa y faltando a la verdad histórica, la directora del llamado Museo Memorial de la Resistencia Dominicana, una oenegé financiada por el Estado, achaca a Trujillo los asesinatos “de miles de haitianos en el 1937” y calla los 15 mil haitianos que fueron salvados por familias dominicanas en el mismo año. ¡Abusadora! (DAG)
