Trascendió y por revelación efectuada por el diplomático y escritor Cándido Gerón, que el insigne intelectual y poeta, Manuel Rueda, estuvo a punto de ser desalojado del apartamento en el que vivía de años, sino es porque él avisa al presidente Joaquín Balaguer del hecho que se pretendía efectuar, de suyo un gran escándalo social y de materializarse.
Lo que llama la atención en el relato, es que tan pronto Balaguer es enterado de la situación que se cernía sobre Rueda, este, de inmediato dispone las providencias de lugar para que aquello no ocurriera, pero con el atenuante, de que dado que el inmueble era del Estado, el mandatario quería que se le traspasara en propiedad a Rueda y para lo cual encomendó al mismo Gerón que fuera él mismo a la Consultoría Jurídica y para que por instrucciones suyas la situación se resolviera satisfactoriamente. No duró tres días para que Rueda recibiera el titulo de propiedad y lo que nos llamó la atención y de acuerdo con Gerón, fue lo siguiente: “Eso no va a suceder, poeta Gerón, delo por seguro. Dígaselo así mismo, que cuente con mi amistad". Acto seguido, me dijo: “Vaya usted mismo donde el consultor jurídico, dígale que va de mi parte y que espero tener una respuesta positiva lo más pronto posible”.
La reacción de Balaguer nos recordó lo contrastante, de una del presidente Abinader y de parecidas circunstancias respecto a un intelectual y de la que el mandatario fuera enterado hace dos meses por un director de planta radial y televisiva y quien no obstante que ordenó a quien le llevó la información, que fuera a su nombre donde un alto funcionario para resolver de inmediato. Dos meses luego, no ha habido la mínima reacción positiva sobre aquella delegación. Seguro que Abinader desconoce el detalle. (DAG)