Que en el matutino centenario capitaleño, se publique esta mañana, que en “el Congreso se apura más cuando los proyectos llegan del Gobierno que cuando los producen ellos”, lejos de sorprender a quienes como POR EL OJO DE LA CERRADURA denunciamos la nueva situación nacida a partir del 16 de agosto de 2020, lo que nos dice, es que los resultados electorales han sido distorsionados y violados por la dirigencia del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y al extremo, de que valiéndose de su aplastante mayoría parlamentaria hija de la distorsionante propaganda electoral propia, convirtió al Poder Legislativo en una especie de sello gomigrafo del presidente Luis Abinader y quien por lo visto no ha caído en cuenta, que de hecho está gobernando tal como si hubiese sido electo para ser un presidente autócrata y no uno de pura raíz democrática.
Plantear ahora que se corrigiera el ilícito, en cierto modo y dado como está la situación de secuestro a pota del Poder Legislativo por parte del Poder Ejecutivo, sería lo más parecido a un perro ladrarle a la luna y sobre todo, viendo como los presidentes de ambas cámaras legislativas, los señores Pacheco y Estrella y con la complicidad de los partidos políticos opositores con representación congresional y apandillados con la mayoría legislativa del PRM, en la práctica y básicamente por interés político mercurialista, han desertado de sus responsabilidades cívicas institucionales.
De ahí que no sin sorpresa, entendamos que, por la complicidad de tantos, al presidente Luis Abinader no le ha quedado otra que convertirse en juez y parte y con tacto y prudencia y por respeto a sí mismo y a la Carta Magna, gobernar sin aspavientos ni extremismos y siempre dando muestras del desagrado que le produce que sus propios seguidores le hubiesen entrampado como un Poder Ejecutivo que tiene prisionero al Poder Legislativo.
Lamentablemente, todo ese accionar tendrá consecuencias al momento que parte de las fuerzas vivas exijan cuentas. ¿Lo prudente?, que poco a poco, Abinader haga ver que el Poder Legislativo debe actuar tal como le corresponde y por lo tanto, que él no tiene responsabilidad alguna en la terrible distorsión inconstitucional que Pacheco y Estrella han motorizado. (DAG)