La llamada “Ciudad La Palma” es un suburbio de Punta Cana que está diez kilómetros antes del centro comercial y cívico de aquella zona del este dominicano y es la única en la que los empadronadores del X Censo Nacional de Población y Vivienda 2022 no han podido completar la obligación ciudadana y afectando de ese modo los resultados completos del censo.
Ha habido casos y de acuerdo con lo que nos narró con gran pesar la empadronadora Wanda Nova, “que no solo nos tiran la puerta y nos dicen que no tienen tiempo o que no se les deja descansar, sino que también nos tiran perros y ante lo cual, tenemos que huir”.
Se está hablando, de una comunidad conformada por una mayoría de profesionales liberales, mayores de edad en retiro y muy poca juventud. Personas con cierto nivel educativo y quienes actúan como se supone deberían de hacerlo gente de pueblo en Verón o Bávaro que son otras comunidades cercanas y con quienes los empadronadores no tuvieron problema de ninguna naturaleza.
Ahora está el dilema, de que como el censo es una obligación de responsabilidad cívica ciudadana y que nadie puede evadir, haya que preguntarse, de si al final con este tipo de situación hubiese que utilizar la fuerza pública para que el censo se pudiera completar. (DAG-OJO)