El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, es consciente de la importancia que tiene el proporcionar certezas en momentos de inestabilidad como el actual. En sintonía con sus últimas intervenciones, el Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC) acordó por unanimidad mantener sin cambios los tipos en la horquilla del 5,25-5,55%, su nivel más alto en 22 años. Se trata de la segunda pausa consecutiva desde que el banco central de EE UU se embarcara en la lucha contra la inflación, un proceso que se ha traducido en un incremento de los tipos en 525 puntos básicos en el último año y medio. Es decir, el ajuste más agresivo en 40 años.
La decisión de este mes no pilla por sorpresa. Aunque el proceso desinflacionista ha seguido su curso, la Fed considera que la inflación sigue siendo elevada. “El comité está firmemente comprometido con el retorno de la inflación a su objetivo del 2%”, remarca la institución en el comunicado. Unas afirmaciones que el mercado interpreta como una señal de que la subida de tipos no ha concluido. En las últimas proyecciones los funcionarios apuntaban a un incremento adicional antes de fin de año, una decisión que se pospone al encuentro de diciembre. “Un crecimiento por encima del potencial justifica un nuevo aumento”, subrayó Powell en la rueda de prensa. El responsable de la institución aseguró que la decisión aún no se ha tomado, pero reconoció que si el crecimiento y el empleo siguen fuertes será necesario un nuevo ajuste el próximo mes.
Los funcionarios reconocen que, aunque la economía ha seguido creciendo a buen ritmo en el tercer trimestre (4,9%, el mayor desde la recta final de 2021). el aumento del empleo se ha moderado. Un buen ejemplo es la encuesta de empleo privado publicadas horas antes de conocerse la decisión. En octubre el sector privado creó 113.000 puestos, más que los 89.000 del mes anterior, pero por debajo de los 150.000 que preveían los analistas. Siguiendo la tendencia de las últimas reuniones, el banco central reconoce que es probable que el endurecimiento de las condiciones financieras y crediticias a hogares y empresas acabe provocando una contracción de la actividad. “El alcance de estos efectos sigue siendo incierto”, puntualizan. A falta de que se actualicen las proyecciones, los funcionarios esperan que la economía crezca un 2,1% este año y se modere al 1,5% el que viene. Powell señaló que el comité no ha vuelto a incluir un escenario de recesión en sus proyecciones.
“Dado lo lejos que hemos llegado, el comité está procediendo cuidadosamente”, indicó Jerome Powell. La autoridad monetaria considera que el principal riesgo es repetir lo acontecido en 1970-1980, un periodo en el que los costes energéticos se tradujeron en un fuerte incremento de los precios y una caída del poder adquisitivo. La Fed, que se había apresurado a bajar las tasas con anterioridad, no logró evitar una espiral de precios y salarios que disparó la inflación a los dos dígitos. Esto requirió fuertes subidas de tipos y se produjeron cuatro recesiones antes de que la situación se normalizara.
El mercado respira
Deuda. Antes de conocer la decisión de la Reserva Federal, el Tesoro de EE UU avanzó los objetivos de emisión de las próximas subastas. La semana que viene el organismo que dirige Janet Yellen venderá 112.000 millones en deuda a tres, 10 y 20 años, ligeramente por debajo de los 114.000 millones que preveían los analistas. Las menores necesidades de financiación y la pausa en los tipos sirvieron de alivio a las rentabilidades de la deuda. El bono con vencimiento en 2033 que inició la jornada a la baja aceleró las caídas y minutos después de hacerse pública la decisión de la Fed bajaba 16 puntos básicos, hasta el 4,77%. Los descensos tenían su réplica en el resto de la curva con la deuda a dos años por debajo del 5% por primera vez en tres semanas. El abultado déficit público que sigue generando el país debe ser sufragado con grandes emisiones de deuda. El exceso de oferta que ha inundado el mercado en las últimas semanas ha contribuido al repunte de los rendimientos. No obstante, Janet Yellen intentó restar importancia a esta idea y negó que el aumento del endeudamiento público haya causado el reciente incremento de las rentabilidades de la deuda.
Bolsa. Wall Street comenzó la sesión al alza, unas ganancias que cogieron fuerza conforme avanzaba la jornada. A media sesión el Nasdaq subía un 1,5% y el Dow Jones, un 0,7%.
Con una demanda laboral que supera la oferta Powell cree que falta mucho camino por recorrer para lograr la estabilidad de los precios. El banquero reiteró la idea de que son necesarios tipos altos durante más tiempo. “El comité no está pensando ni hablando de recortes de las tasas. La Fed se enfoca en cuánto tiempo deben permanecer los tipos restrictivos”, remarcó. El diagrama de puntos publicado en septiembre recogía una reducción de las tasas en 50 puntos básicos, inferior a los 100 puntos básicos de junio. Las firmas de análisis ven probable que continúe la tendencia alcista en el mercado de tipos y retrasan a la segunda mitad de 2024 el primer recorte.
Powell señaló que aún no se han dejado ver los efectos del ajuste monetario acometido en 2022. A la hora de ajustar las medidas el comité tendrá en cuenta el endurecimiento acumulado, los retardos con los que la política monetaria afecta a la actividad económica y a la inflación, así como la evolución económica y financiera. Después del susto que generó la banca regional estadounidense a comienzos de año, la Fed considera que el sistema bancario estadounidense es sólido y resiliente.
Powell no quiso dejar pasar la ocasión para lanzar un aviso a los legisladores y señaló que el cierre de gobierno es un riesgo potencial. A principios de octubre el Congreso aprobó una prórroga que expira el próximo 17 de noviembre. Junto a las cuestiones domésticas, el banquero reconoció que las tensiones geopolíticas habían aumentado significativamente y son factor desestabilizador. A la guerra de Ucrania y la batalla tecnológica entre Occidente y China se sumó el mes pasado el conflicto en Gaza. Además de las pérdidas de vidas humanas, el enfrentamiento en Oriente Medio pone a prueba el ya tensionado mercado energético. [cinco días-gema escribano-]