Con lo de la Novena Cumbre de Las Americas que acaba de finalizar y viendo la buena imagen que dieron todos los presidentes concurrentes en compañía de sus esposas y esa otra tan chocante de un presidente dominicano, elegante sí, pero solo en un escenario en el que era ineludible que nuestra primera dama hubiese estado a su lado.
Que definitivamente, nuestra temperamental doña Raquel, debe entender que mientras su esposo sea el presidente de la República, ella no se pertenece y porque su papel principal es el de ser relacionista pública de la imagen presidencial y también de la industria y la joyería dominicanas.
Por lo que de ella se espera, que siempre se mantenga al lado de su esposo y aun cuando haya agarrado algún pique con este y lo colateral y más significativo: Actuando como regia modelo de lo mejor de la alta costura y joyería dominicanas. Ojalá que lo tenga presente y de cara al futuro inmediato. (DAG-OJO)