Por lo poco que sabemos, es evidente que el gobierno se encuentra en una posición nada airosa, si se entiende que con las presiones que le llegan desde afuera y como reflejo de las consecuencias primeras del caso criminal Jet Set, parecería que y hablando en criollo, que por si las moscas, lo mejor que debía hacer era blindarse y lo que ya se vió que hizo con creces en todo el día de ayer. Sobre todo, cuando su propia negligencia y falta de supervisión le hace prácticamente, reo de culpa.
El pretexto, es el feriado de semana santa o descanso de primavera y al tener la probabilidad, de que hubiese un destape por el que pudiera darse, que efectivamente hubo manos criminales en la explosión y caída del techo de la discoteca Jet Set. Probabilidad, que de pronto, la voz autorizada de la red de emisoras del dueño de la discoteca ha empezado a tomar para sí y en lo que parece una arriesgada jugada para evadir responsabilidades.
Si analizamos desde el punto de vista de los intereses ahora en cuestionamientos de Antonio Espaillat (59 años) estadounidense de origen dominicano nacido en Nueva York y prácticamente fugitivo, este debe agarrarse hasta de un carbón ardiendo y por lo menos, para tratar de atrasar su paso por la cárcel y no porque le tema, sino que para este señor, es mejor encerrarse a que quienes se sienten lesionados en sus intereses a causa de la conflagración pudieran ponerle mano, al fin y al cabo, son 231 familias, cuyos miembros y si se sienten burlados, perfectamente que pudieran ir contra su vida y mucho más, viendo, que para nada Espaillat ha asumido responsabilidad, aunque en una declaración electrónica inicial se declaró culpable y puntualizando, que no una y sí muchas personas, le habían advertido la posibilidad del derrumbe.
Al mismo tiempo, el gobierno tampoco se siente nada cómodo y si asume, que la familia de banqueros que ha quedado de luto, también tiene su “trompo embollado” y el que, al estallar pudiera presentarles unos daños colaterales más que significativos y por lo que hasta la precaria gobernabilidad pudiera experimentar una fuerte sacudida y de esas sistémicas.
Entonces, ¿qué mejor que militarizar el país e imponer una política de estado policial a escondidas, por si cuando los reclamos estallen, parte de la nación se crispara de una manera más que mortificante? Por lo pronto, sabemos que durante su “visita de pésame” a Haina y San Cristóbal, la mayoría de los 26 fanáticos de la estrella del canto que tenía a cargo la parte musical del jolgorio en la discoteca y que junto a esta murieran en la misma, todos, gente de clase media media que son lideres en sus entornos y comunidades, estuvieron a punto de ir a la eucaristía, pero no en plan de rezo y sí de rebeldía frente al presidente que entienden que no les ha dado respuestas. Por eso, todavía andamos averiguando quien fue el que logró que los ánimos se calmaran y por lo que, debido a ello, a Abinader no se le hizo pasar un muy mal rato.
Pero el rencor sigue sordo y creciendo y por ahora no puede decirse que el gobierno podría salir indemne de la súbita situación creada. Bueno, por lo menos tuvo su primer chance, la repentina llamada de alerta, que al momento del acto delictivo al que podría llamarse y sin exagerar de terrorismo y con implicaciones criminales, le hiciera desde la discoteca, la fenecida gobernadora de Montecristi, Nelsy Cruz, dama valerosa que llamó al gobernante y solo para pedirle ayuda para todos los afectados.
Gracias a esa llamada, que fue milagrosa para Abinader, pues el presidente se adelantó unos minutos a lo peor de la aparente explosión y sí caída del techo de la disco y poniendo de inmediato en acción y alerta a los organismos de asistencia, protección y seguridad y gracias a esos breves minutos, en ese momento, el gobierno pudo realmente salvar la cara.
Sin embargo, ahora no podría decirse que alguna nueva llamada le salvaría de un accionar peor y por eso entendemos, por qué lo del real estado de sitio que ha sido montado.
Considérese esto, solo hay que entender, que ahora que los empleados de “Don” Antonio Espaillat (así le llaman y casi con la inflexión respetuosa de cuando se trata a un capo mafioso) pregonan que lo que hubo fue un supuesto atentado, solo por tan temeraria declaración y dando como un hecho, no una posibilidad, de que manos criminales hubiesen provocado el acto de terror, sino una afirmación, a nuestro juicio más que atrevida, que en el gobierno, que ya sabe, el giro de opinión que se le quiere dar al hecho trágico, es más que suficiente y para que si la atrapada opinión pública lo creyera, podría crearle un principio de desestabilización social, que se agravaría, si los intereses foráneos que han enviado a sus investigadores y peritos a indagar sobre la ocurrencia criminal, consideraran que la versión venenosa de los empleados radiofónicos de Espaillat, también va dirigida a afectarles y si tenemos razón y como decíamos ayer, ni en sueños nos gustaría estar en los zapatos de Abinader.
A todo esto, la versión de Espaillat, ahora fugitivo de hecho, lo menos que podemos entender, es que este quiere zafarse de responsabilidades…pero cargándoselas al Gobierno y que Dios reparta suerte. Incluso, podría entenderse como una manera arriesgada de ganar tiempo. Ahora, el que no lo tiene a favor, es Abinader y su gobierno, que por lo que estamos viendo y hablando en criollo, ya la piña se le está poniendo más que agraria.
Y es debido a las consecuencias nefastas que el hecho criminal ha puesto a rodar y que viene ahora a perjudicar a lo absoluto a los ciudadanos, a quienes se les coarta su derecho a la libre circulación como al libre esparcimiento y lo que es también aprovechado por las iglesias, creyendo que de esa manera tendrán la súbita audiencia y feligresía atrapada que hace tiempo desertó de los oficios religiosos.
¿Le importa al dominicano común los resultados del acto delincuencia en Jet Set?, casi ni en lo absoluto. La gente está por teteos, ingesta de alcohol, fiesta y playa y que, en cierta manera, es el resultado de la falta de fe, hija del accionar de tantos curas y pastores pedófilos o prestamistas y cuya muestra más patética, se tiene en los 80 a 125 mil abortos que cada año y desde hace diez años, las estadísticas registran.
¿Alguna otra cifra? Las más de dos mil desapariciones ocurridas desde el 2023 y ahora agravadas por el de la hindú que no encuentran ni en los centros espiritistas y menos la del niño de Manabao y ahora con más dudas por las dos desapariciones nuevas y el descubrimiento de un chofer privado cuyo cuerpo se encontró en gran estado de descomposición y de quien se había dicho que fuera secuestrado.
Entonces, la ciudadanía está harta de que la agobien y acosen y más, cuando la mayoría no llega a fin de mes. Por eso decimos, que comprendemos la inquietud del gobierno, pero no creemos correcto el estado policial que ha sido puesto desde ayer y por el que a cerca de 10 millones de dominicanos, el gobierno les ha dado el país por cárcel, pero no igual para el millón de ricos, cuyas playas privadas, como Palmilla, nunca serán ensuciadas por la bota policial o militar. Si en el gobierno aceptaran una opinión sana, pediríamos que se revocara el estado policiaco y que se redujera el operativo preventivo del comité nacional de emergencias.
Mientras tanto y políticamente, la oposición política se ha reconvertido en una religiosa y de rosario, misas y horas santas y sabiendo, que con ese malicioso como tortuoso proceder, gana simpatías y le quita popularidad a Abinader y su gobierno plutocrático y del PRM y con sus socios de la burguesía haitiana. De todas maneras, el capítulo final de esta novela siniestra aún no tiene asomo de terminar.
De ahí que digamos, que prisionero de sus propias dudas y temores por las consecuencias del caso criminal Jet Set, el gobierno toma de pretexto el feriado y para imponer un draconiano estado policiaco, que ea Dios que solo dure menos de una semana. Con Dios. (DAG) 16.04.2025
