La reciente confrontación de criterios entre un matutino gratuito y un nicho de sus lectores, quienes los últimos entienden que les tachó de neonazis, en tanto el primero busca que se les impida su derecho a la libre opinión y también a la disidencia, nos parece de una irracionalidad impropia de medios y ciudadanos a los que se supone que el estado de derecho protege.
En primer lugar, el matutino Diario Libre no tiene porqué irse al lado más extremista, pretendiendo que a los que le critican se les impida su derecho ciudadano a disentir y mucho menos, que como ciudadanos ejerzan su protesta efectuando un anunciado piquete frente a las instalaciones de ese diario.
Lo segundo, que los extremistas ultranacionalistas, quienes como siempre gustan agarrar el rábano por las hojas, pretendan hacer creer y en interpretación torcida de sus ideas radicales, que nadie tiene derecho a emitir opinión al contrario de sus interpretaciones subjetivas sobre nacionalidad, nacionalismo y patriotismo, es de una desproporción tan absurda, que efectivamente, parecería que esos grupos y uno de ellos haciéndose conocer como de corte paramilitar, quisieran impedir que en este país nadie disienta de sus ejecutorias y en lo que están muy equivocados.
Hemos leído reportajes de ese periódico tocando el tema y para nada hemos visto que allí se hubiese querido descalificar a los dominicanos que guardan un criterio extremadamente fanatizado , ultranacionalista y anti haitiano y por lo contrario, hemos comprobado, que, por ejemplo, el reportaje : El ultranacionalismo gana fuerza y despierta temores en la República Dominicana”, es una brillante y profesional apertura de debate informativo que sin radicalismo aporta a una buena discusión intelectual sobre el particular.
En consecuencia, decir y como lo interpreta el lector Graymer Méndez en X, que su grupo no aceptará y refiriéndose al susodicho reportaje: “la infamia de llamar hitleriano al pueblo dominicano”, más parece una curiosa interpretación torcida de la corriente nacionalista, que aparentemente todo lo ve blanco o negro, que un reflejo exacto de lo que el reportaje plantea. El comedimiento y la civilidad deben de imponerse en ambos lados. (DAG-OJO)
