Hay situaciones como que no se entienden, pues si un departamento oficial a cargo del registro de extranjeros y por las razones que fuere no alcanza para cumplir con su labor y en su lugar, son empresarios los que suplen la deficiencia financiando un registro más o menos legal o más o menos correcto de empleados haitianos en fincas del interior, ¿por qué de plano la iniciativa se rechaza, cuando con la misma se ayuda a que Migración actualice más rápido sus libros?
Es evidente, que los burócratas y con sus mentalidades castradas, no entienden de resolver carencias y si antes no se aplican sus reglamentos y lo que es un absurdo y por un razón determinante. Por Dajabón, empresarios agrícolas financiaron el registro de 170 obreros haitianos, de esos que viven en su país y quienes de día trabajan en este lado de la frontera y para lo cual contaron con el respaldo caluroso de la gobernación provincial y otras autoridades.
Y cuando se creía que serían felicitados por la iniciativa, viene la dirección de Migración y lo menos que les dice, es que están actuando ilegalmente y que prohíbe la misma y que desconoce su funcionabilidad.
Lo correcto debió ser, que la dirección de Migración enviara inspectores para conocer el mecanismo utilizado para la creación de ese registro regional y no que tajantemente lo desaprobara, pues ahora, la misma Migración y con su rechazo tonto al documento, incita a los empresarios a buscarse ilegalmente los obreros que sus predios necesitan.
Por eso decimos, que no se entiende tanta estupidez, cuando lo que aquellos empresarios buscaban era agilizar la tramitación de registro de sus obreros y empleados extranjeros.
Debe recordarse, que desde que las dos naciones existen en uno y otro lado de la isla compartida, los lugareños que viven a los márgenes de la frontera común y que son conocidos como rayanos, las autoridades de las dos naciones les permiten el libre tránsito y al conocer, que estos y al terminar sus jornadas de trabajo vuelven a la tarde a sus respectivos hogares.
Por lo tanto, lo que se estaba haciendo era regularizar regionalmente un asunto de trámite que no amerita que la misma dirección de Migración se involucrara y como ahora lo hizo su director y claro, para hacer un tollo. ¡Qué desastre! (DAG-OJO)