Todo es percepción

0
1410

Hemos entrado al 2023 y todo aquello polémico que no se hizo en los pasados dos años, deberá esperar. ¿Por qué? Porque este año arranca la campaña política y el gobierno no quiere tendencias negativas ni dar municiones a la oposición para ponerse en riesgo.

Así que, si usted es de los que espera un nuevo Código Penal o una reforma profunda a la Seguridad Social, es mejor que cambie sus expectativas, pues lo que nos espera es populismo tradicional de todos los sectores, como manda el libro de política 101. Veremos a un presidente Luis Abinader todavía más dadivoso, junto a un Partido Revolucionario Moderno (PRM) que cacareará todos sus logros, la mayoría centrados en subsidios difíciles de explicar y, sobre todo, de sostener a largo plazo.

La oposición atacará por el lado de la falta de una obra faraónica o el aumento en el costo de vida, dos argumentos fáciles de alimentar, pero que no serán suficientes para hacerle daño a la máquina oficialista.

Abinader entra sólido en su camino a la reelección y será obsesivo en conseguir un triunfo en primera vuelta, ya que la sombra de un acuerdo entre la Fuerza del Pueblo y el Partido de la Liberación Dominicana, en segunda ronda, podría costarle la presidencia. Por esa razón, Leonel Fernández va a recibir mucho castigo desde la plataforma comunicacional del gobierno, mientras que Abel Martínez no será mayor problema en la medida que siga proyectando su liderazgo de la mano de Danilo Medina. 

Este es el año que define las elecciones, no el que viene. Estos doce meses son vitales para establecer la percepción que se quiere y siempre hay terreno fértil para que un lado o el otro haga su trabajo. El tema del costo de la vida será central en la discusión, quien lo proyecte de la manera más convincente, ganará valiosos puntos. Lo mismo pasará con la delincuencia y sus vaivenes.

Recuerden que en la política todo es percepción, no realidad. La gente cree lo que quiere creer, aunque no sea necesariamente cierto, por eso el tono del mensaje es tan valioso, y ahí creo que Abinader lleva la ventaja… por ahora.  Por: Benjamín Morales Meléndez [Diario Libre]