Cómo si los problemas que tiene el gobierno no fueran suficientes, ahora vemos que la mayoría de los hospitales públicos se encuentran a punto de colapsar en sus servicios y abastecimientos de insumos de medicinas y debido a que los administradores, que son agentes políticos del partido oficial, se resisten a aplicar los presupuestos diarios para ese tipo de desenvolvimiento.
Por lo pronto, ya se conoce que la esposa del presidente de los Diputados, se la entiende la batuta que está detrás del administrador de uno de los hospitales y hoy, se denuncia que en el hospital infantil Robert Reid Cabral, ese centro se mantiene en crisis y presentando escasez de insumos y medicamentos.
¿Es que no hay forma de que los administradores actúen dentro de los parámetros de capacidad que se les supone y que debido a ello es que están actuando como agentes políticos afectando totalmente el desenvolvimiento de todos esos hospitales?, ¿qué es lo que se busca, que médicos y enfermeras se vayan a la huelga y paralicen los servicios y para después provocar una ola de cancelaciones?
Hace rato que la vicepresidenta Raquel Peña y como cabeza del gabinete de salud, debió de haber reaccionado y ni se diga de su subalterno inmediato el ministro de Salud Pública. (DAG)