Por primera vez, el presidente Luis Abinader y dentro del tiempo prudente, ha seguido los pasos del gobierno del Canadá, al prohibir ayer, que 39 haitianos de “renombre” y pertenecientes a la alta burguesía, no puedan entrar al territorio nacional. Medida con la que Abinader se alinea con el eje Washington-Ottawa y para que definitivamente, empezar a hacerle frente a la muy grave crisis institucional haitiana.
Sin embargo, hay un, pero. La mayoría y si le agregamos la prohibición anterior para un total que ahora suman 52 burgueses y políticos haitianos, tienen sus familias y residencia en este país y lo que significa, que ahora, no solo no pueden viajar a EEUU o Canadá sino tampoco a República Dominicana y significando, que solo podrán salir directo hacia Europa y en particular Francia o Bélgica y siempre y cuando se trasladen en navíos o aviones bajo soberanía de esos países europeos.
Lo singular de la nueva prohibición, es que, con la misma, todos los prohibidos de circular o vivir en el territorio nacional, tienen sus negocios y oficinas en la capital nacional como en ciudades del interior, al estilo de Santiago, Constanza, Samaná, Barahona, San Juan, Romana o Punta Cana y lo que significa, que sus contactos en Puerto Príncipe o en Cabo Haitiano, aumentarán sus viajes al oriente de la isla y ni hablar de los componentes de las células de pandilleros a los que financian. Solo esto queremos advertir. (DAG-OJO)