A mediados de semana, el presidente Luis Abinader acudió al acto inaugural de un nuevo centro médico en el sector capitaleño de Cristo Rey y allí se topó con que el cura de la parroquia cercana y al momento de dar la bendición, arremetió desconsideradamente contra el mandatario y atribuyéndole responsabilidad por la obra inconclusa de un liceo que se había iniciado tres años atrás, y cuando Abinader no había llegado al poder.
La mala práctica, que en tiempos de Balaguer originó que no se volviera a invitar a ningún cura a actos de ese tipo, salvo que fuera uno de fama solo clerical, debería hacer que la política anterior se retomara, toda vez que a un acto en el que se imparte una bendición no tiene porqué convertirse en uno de agitación y porque el cura oficiante emitió una soflama desconsiderada y abusiva, cuando lo que procedía, era un simple recordatorio cortés sobre lo que estaba pendiente. (DAG-Ojo)