Obispo «no ve conveniente» que las relaciones sexuales no consentidas entre pareja sean consideradas violación

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El Obispo de la diócesis de Santiago, Carlos Tomás Morel Diplán, expresó este lunes que “no ve conveniente” que las relaciones sexuales no consentidas en una relación de pareja sean tipificadas como violación sexual.

“Yo no veo conveniente eso porque una relación de pareja no podemos tipificar como una violación sexual ese tipo de relaciones, ya de otra forma sí”, dijo.

Al ser entrevistado por representantes de medios de comunicación, Morel Diplán señaló que los abusos sexuales son un hecho negativo, no obstante, debe trabajarse dentro de la pareja y no “condenar de una vez a una persona por eso”.

“Tiene que buscarse otra forma y no tipificarlo como una violación”, agregó.

Enfatizó en que vendrán muchos casos y la gente “abusará de eso”, y habrá muchas injusticias por lo que recomendó educar a la pareja y a la familia.

“Lo que yo creo más conveniente es educar a la pareja y a la familia, porque van a venir muchos problemasse le va a hacer muy difícil a la justicia manejar esos casos y va a haber mucha injusticia también”, manifestó.

El religioso recalcó que de esa forma “cualquier mujer puede alegar que hubo abuso y lo van a condenar y es una pena”.

 

COMENTARIO AL MARGEN: Lo que se quiere, es que las feministas tengan más amplio dominio sobre el libre albedrío del hombre, no sobre el de ellas y por lo tanto, que la relación de pareja entre cónyuges, amantes o esposos, no se correspondan al mismo sentimiento original de cuando se casaron o unieron, amarse el uno al otro y procrear hijos, sino que la mujer sea la dominante y el hombre su esclavo y en una relación sado-masoquista inequívoca. Otra piedra más para destruir a la familia.

Entendiéndolo, asumimos que la plaga de lesbianas que existen mayoritariamente entre fiscalías y juzgados estarán de plácemes, teniendo otra herramienta legal con la que destruirán los hombres. Cretinos los diputados y senadores hombres, que ciegamente procuran caer presos al momento que sus mujeres decidan arrinconarles. ¡Vivan las feministas a ultranza! (DAG)